29.1.08

Cosas sin importancia

Hoy voy a hablarle, lector, de un par de cosas sin importancia.

El viernes pasado, en un curso de postgrado en el que el perdíu da clase, organicé una mesa redonda y a ella me llevé, privilegio de la amistad, a tres profesionales que están o han estado ligados a cada uno de los tres partidos de ámbito nacional que quedan. Fue una delicia. De conocimiento. Y de buenas maneras. Es sorprendente ver como el personal, en cuanto apaga la radio y expresa sus propias ideas tiene cosas que contar que van mucho más allá de la consigna o, por expresarlo por boca de uno de los ponentes, más allá de las “pepiñadas y acebadas”. Para celebrarlo, nos fuimos a cenar a barandales, donde pudimos degustar, por fin en Madrid, el Albar Excelencia de los hermanos Lurton. Allí, entre shishos y bacalao desgranamos la actualidad política. Un placer oiga.

Llevo también tiempo queriendo hablarle, desocupado lector, de una bitácora que sigo con cierta regularidad y que me permite ir llenando poco a poco esa
vasta laguna que supone mi incultura en materia científica. Apuntes Científicos desde el MIT, lleva por título la bitácora. Está alojada en el fancine de prisa y su dueño y conductor es Pere Estupinyá (¿un neoliberal leyendo el blog de un catalán alojado en el país? Nunca dejaremos de sorprender a los lanas. Se llama sectarismo, y hay ideologías políticas que lo propician y otras que no). Permite al lector asomarse a un lugar puntero en el mundo; el MIT, y hacerlo además con la visión de una persona que vive el día a día allí y que toca varios palos de la actualidad científica. Échenle un vistazo. Les gustará.

No hay comentarios: