La dolce vita. Una pequeña decepción. Creo que la película no ha envejecido bien. Algunas escenas son demasiado naif y la historia en general, con la excusa de la incomunicación, no se sigue bien. Mastroianni está magnífico, pero el resto de la película se me queda algo flojo.
Vimos también Historia de O. Cine erótico de los años setenta, cuando ellas andaban quemando sujetadores y ellos a ver lo que cazaban a cuenta de la liberación de los pueblos. Una historia de dominación y de sexo que promete más de lo que ofrece. Pertenezco, en fin, a una generación que llegó tarde al cine erótico; casi todas las grandes obras me pillaron muy niño, así que, para mí, el último tango en parís o el imperio de los sentidos no significan gran cosa. Habrá que ir supliendo estos déficits.
En fin, lo mejor de lo visto últimamente ha sido Gran Torino. Qué peliculón, madre mía. Y eso que, cuando fuimos a verla, nos tocaron varios adolescentes que debieron de pensar que estaban ante una película cómica (¿?). Qué magnífico director Eastwood. La película, sin llegar a la dureza de Million Dólar Baby, es quizá lo mejor que he visto este año. La vejez, las relaciones con la familia, la inmigración, la llegada del otro; la falta de adaptación al entorno nuevo, la lucha por sobrevivir. Ya saben, la decadencia de la clase media norteamericana, la proletarización del white trash y el empobrecimiento de los espacios urbanos, en este caso ocupados por inmigrantes negros, asiáticos y latinos.
Una película muy buena. Por favor, no dejen de verla.
Diamond, Jared: Colapso, por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Barcelona, Círculo de Lectores, 2006. Página 464.
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