Esta semana me va devorando la sociedad civil. La de verdad. La de dar horas a cambio de nada. Porque uno considera que tiene una obligación ética con sus semejantes. Porque para eso uno es liberal y no progre. Los lanas, que nunca han entendido de esto (como de tantas otras cosas) ni una palabra, confunden sociedad civil con participación ciudadana y asociacionismo con subvención. Nada más lejos. Involucrarse en el tejido asociativo sólo vale cuando cuesta tiempo y dinero. E incomprensión, las más de las veces: qué haces ahí, me repiten ahora y me repetían muchas veces en el pasado.
Quizá nuestro problema como sociedad no es tanto el paro, o el fracaso del modelo educativo, o las tensiones territoriales. No, quizá nuestro problema es que nunca dejamos de ser un país de cultura parroquial, por usar la feliz expresión de Almond y Verba y la cultura ciudadana sólo haya prendido en cuatro. Y todos ellos liberales, por cierto.
Y es que hay que gente que nace para ver
Siempre.
Aquí
Y en La Raya.
PS: En España, Erato, hemos decretado la libertad de pensar para abusar del derecho de no pensar nada: Del texto “Apolo en Afos”, de Clarín.
Es cierto que es preocupante. En mi caso, considero que mi cultura política es de súbdito en los EEUU (no puedo ni votar, a no ser que me haga ciudadano), y entre súbdito y participativo en España.
ResponderEliminarQuizás el problema sea que con tantas opciones de entretenimento y escapismo, los temas con mas impacto pero mas complejos, como la polìtica, pierden su atractivo...