6.9.10

Cine en general

Finde cultural. El viernes me sorprendió en Metrópoli la buena crítica de una película de nombre desalentador: “Todo sobre mi desmadre”. ¿A qué descerebrado se le ha ocurrido traducir el título original (Get him to the Greek!) de esa estúpida manera?. Fuimos a verla. Y es buena. Y recomendable. Incorrección política de verdad. La vida y la soledad de una estrella del rock. El camino hacia la destrucción. Y todo ello entre muchas risas, humor inteligente y bastante irreverente. La escena del Geoffrey en Las Vegas, de lo más divertido que he visto últimamente. No deje de verla, lector.

Estuve viendo (en el nuevo cacharro) Omagh, la película que recrea el brutal atentado que en aquella ciudad irlandesa cometió el IRA en el verano de 1998. Recuerdo bien aquel horror porque yo estaba, por aquel entonces, trabajando en Braziers Park, iniciando la experiencia británica que viví al acabar al carrera. Todo el mundo allí estaba ilusionado con los Acuerdos de Viernes Santo y el atentado conmocionó a la sociedad británica. Aún recuerdo alguna discusión en mi balbuceante inglés con lo más selecto de la progresía local, que insistía, por aquel entonces, en hablar de los asesinos nacionalistas vascos de ETA como “freedom fighthers” o luchadores por la libertad.

La película es buena, e impactante, pues muestra la necesidad de que la sociedad civil sea la reaccione frente los fantasmas del terrorismo. Sin el silencio cómplice de la ciudadanía, el terrorismo no puede sobrevivir. Y siempre, como tras cada atentado, recuerdo la acusación que Castellio lanza a Calvino después de que éste haya ordenado la muerte de Miguel Servet: “Matar a un hombre no es defender una doctrina, sino matar a un hombre”.

Fuimos a ver, por último, Conocerás al hombre de tus sueños, lo último de Allen. Me relaja su cine. Creo que podría pasarme horas viéndolo. Y sigo pensando, Mi Coronel, que no sé a qué esperamos para contarle nuestra vida al neoyorquino para que haga un guión de ella. Historias cruzadas, ambiente urbano, relaciones que se rompen, relaciones que se cruzan, relaciones que empiezan, relaciones que nunca empezaron.

La vida.

Eso que pasa mientras haces otras cosas …

PS: “Unos mil quinientos hombres tomaron parte en el Alzamiento, lo cual equivale a un 1 por ciento de los voluntarios irlandeses que en aquellos mismos momentos luchaban contra la Alemania imperial en el ejército británico. […] [El Alzamiento de Pascua de 1916] Fue aplastado con relativa facilidad por medio de los soldados irlandeses del 10º Regimiento de los Fusileros Reales de Dublín […].

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Página 41.

No hay comentarios: