El libro de Sebastian.
No dejarse llevar. No abandonarse a la melancolía. La vida sigue, la entiendas
o no. La vida continúa, no es un asunto de justicia o injusticia. No es nada
personal. Siempre es igual. Dice el autor: “Esfuérzate por no sufrir. Es decir, no te
abandones al placer de sufrir. Hay una gran voluptuosidad en la persecución y
sentirse injustamente tratado es, quizá, una de las alegrías íntimas de las que
uno puede enorgullecerse más. Ojo con ello y no te permitas un orgullo tal.
Prueba a aceptar con sentido del humor todo lo que te ocurre. Piensa en el
ridículo que haríamos si nos alarmásemos por cada lluvia que nos mojase”.
Acabo el párrafo y recuerdo que
leer es conversar con amigos sabios que murieron hace tiempo pero cuyas palabras podemos aún degustar.
PS: almuerzo, entre amigos
La victimización solo te desgarra para ocultarte durante un tiempo de ti mismo y de tu responsabilidad en lo acontecido.
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