Los
Paradores como metáfora. De inversiones ruinosas, decíamos, como lo de Alcalá, impulsado por el tal Rato. Se cierran
ahora establecimientos que se han reformado hace pocos años, como el del Bierzo (casi siete millones de euros). El drama de
Paradores es que la red se ha ido llenando con los años de establecimientos en
lugares en los que no deberían estar. Pero no es sólo eso. También es la
clientela: ciudadanos españoles. Paradores debería vender casi en exclusiva a
extranjeros. Centrarse en ellos. Atraer turistas como el que atrae inversores. Si
necesitamos hostelería pública es para que dinamice sitios no rentables
atrayendo a esos lugares a clientes extranjeros.
Pero los datos, me cuentan en
la empresa, son desoladores. Casi tres cuartas partes de los turistas son
nacionales. Y se centran en lugares de costa. Eso es hacerle la competencia al
sector privado por partida doble. Y así no vamos a ningún sitio… ¿De verdad
alguien cree que el Estado está para gestionar hoteles, aunque pudiera llegar a
ganar dinero con ellos? ¿Pero esto qué es? ¿La España de Franco, el Egipto de
Mubarak?
Pues acaban de poner la primera piedra al nuevo parador de Muxía. Que supongo empezará a perder dinero desde el primer día...que para eso es de una empresa pública, total con pólvora del rey
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