Los hermanos Fetuccini fueron a predicar a la ciudad de la magia. En medio de la nada. Un curso de alto
nivel. Con un alumnado potente. Adoro la formación. En otra vida, cuando me
centre, decidiré que quiero dedicarme a ella por extenso, venciendo esta manía
mía de dejarme llevar donde la corriente me arrastre. Y mientras impartíamos la
clase, y veía la cara de los alumnos pensaba: algo se hace mal en este país
cuando gente como nosotros está como está. Cuando a las personas se les abren
las puertas o por el apellido que ostentan o por el pedigrí que
muestran, y nadie mira, en realidad, la valía del trabajo que cada uno realiza.
Quizá porque en realidad nadie valora el resultado y es verdad que la postmodernidad es el mundo en el que todo ya da
igual.
La
sociedad moderna se basaba en el mérito. Era solo una convención, claro, pero era más justa que las demás. Y sin justicia no hay forma de hacer un país.
Es lo que hay.
Algún día, alguien nos estudiará como una
metáfora de esta
España mía esta España nuestra / de tu santa siesta / ahora te despiertan / versos de poetas.
Tu otra vida puede empezar mañana, no lo olvides. Quizá esa sea la solución.
ResponderEliminarTu coach.