El Portugal de Torga. Y el nuestro.
Las matanzas de diciembre. En La Raya. En el Reino Maravilloso. Nos susurra el de San Martiño de Anta:
Las matanzas de diciembre. En La Raya. En el Reino Maravilloso. Nos susurra el de San Martiño de Anta:
Por Navidad, empiezan las matanzas. Al rayar la mañana, la
paz de la población se altera de repente. Un grito acuchillado irrumpe del silencio. Días después se
descuartiza al bicho y un palio de
embutidos cubre la chimenea del hogar [...]
El que no haya comido todavía estos manjares embuchados,
que los pruebe y va a encontrar en ellos el sabor de los infiernos pasados junto
a la lumbre mientras la nieve cae, el perfume del agradecimiento a Dios por las
almas de los difuntos...
¿Las recuerdas hemanu?
Que si las recuerdo??? Tantas, hermanu mío. Aún conservo en los pliegues de la memoria cuando la mi madre me mandaba con un plato (tapao´ con servilleta) con un trocito de hígado y otro de "velo" (red grasa) a la casa de los vecinos y familiares. Un día le dije que aquello era poca cosa y que se iba a la "andorga" del gato o el perro de cada casa. Me contestó muy seria: ¡hay que cumplir,jodío y preguntón, y déjalo estar. Pero las matanzas en San Juan (en casa del mi abuelo Angelote) eran el copón:mucha gente,alegría con hielo y nieve, ternura, treinta besos en ocho segundos y en el mismo carrillo, "pachuzos" quemando el pelo de los bichos, "belortos" sacando la suciedad, mujeres limpiando y "ripando" tripas para el embuche.
ResponderEliminarEl Torga nuestro sabía más de lo que cuenta, y a pesar de eso: que bien lo expresa. ¿O no?.