Da un poco de rubor la forma en la que El País ha seguido la campaña brasileña. Sin rubor y sin ánimo alguno de informar. Las crónicas han sido en general penosas piezas de propaganda anti Bolsonaro, como si los lectores fueran idiotas y no pudieran soportar la verdad cruda: también en Brasil un porcentaje muy importante de la población prefiere basura autoritaria y nacionalista a la imperfecta democracia. El otro día venía una pieza especialmente divertida: parece que el caudillo ha ofrecido al juez de Lava Jato ser ministros de justicia. Leanla entera: no se dice en ningún momento que Lula está preso por haber recibido sobornos, y entre líneas se insinúa que todo es una obsesión del juez y pareciera que Da Silva es un preso político. Patética
Contra el "populismo" todo vale. Algo semejante hicieron (y hacen) contra Trump, por repulsivo que sea el personaje. Pero afortunadamente el acceso a la información ya no está domeñada por los medios de la corrección política.
ResponderEliminarAmicus Plato, sed magis amica veritas.