El maestro Lucena, ayer en ABC. Con este párrafo, luminoso:
Madrid posee una «modernidad líquida».
Lleva en su ADN la flexibilidad y no la afecta la pesadez
inmovilizante de las identidades obligatorias, que a ellos los conduce a la
irrelevancia y a la miseria pública y privada. A sus vecinos les da igual si es
en origen neolítica, romana, visigoda, árabe o se fundó ayer, porque Felipe II
la estableció para mirar al futuro. No existen en ella graves conflictos
étnicos ni lingüísticos, más allá de las multas de tráfico o constituir a veces
el manifestódromo nacional. Madrid resume la cultura global de los Austrias
españoles, con su corte itinerante y milagrera. No se pregunta a nadie por su
pasado. Por si acaso. En una corte, todo el mundo tiene algo que ocultar. La genealogía,
el origen, no es fundamental, pues importa hacia dónde vamos, no de dónde
venimos.
1 comentario:
"La genealogía, el origen, no es fundamental, pues importa hacia dónde vamos, no de dónde venimos".
Ay, esos ramalazos progresistas.
No es lo mismo nacer español en el Madrid de Felipe II, que guineano en época de esclavitud. El origen ES fundamental. Es lo que pasa cuando hablamos de abstracciones ideológicas, no de la realidad.
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