16.6.07

Súbditos franquistas

El PSOE ha argumentado a su favor que el PP no estaba dispuesto a ello y que eso le impedía movimientos


Es sólo una frase.

Quizá sea cierta.

Si lo fuera, nos daría la razón a los que salimos a la calle a manifestarnos contra la cesión a una organización criminal. Le daría la razón al pepé y a su campaña contra toda esta mierda que eta y la izquierda llamaban proceso de paz.

Además de una frase, es una vergüenza. Colectiva. Uno de los dos grandes partidos españoles ha estado mendigándole a una organización criminal. Mírese al espejo, ciudadano. Y aguante la mirada.

También es una constatación. Desastrosa. La ineptitud y la falta de principios del presidente y de su equipo no tiene límites. Si el pepé no se hubiera opuesto firmemente, eta estaría en todas las instituciones, no sólo en algunas y, a cambio de dejar de matar, hubieran conseguido contraprestaciones.

A la mitad de mis compatriotas estas reflexiones les dan igual. “Lo importante es que no maten”, dicen. Somos una sociedad enferma que antepone con ligereza la seguridad a la libertad. Quizá porque en el fondo, gran parte de los españoles siguen siendo franquistas. Vivimos sumergidos en una cultura política de súbditos que maduró en la dictadura y de la que quizá nunca nos desprendamos.

Déjenme ser Casandra por un día: las sociedades que anteponen la seguridad hedonista a la libertad acaban no disfrutando ni de la una ni de la otra. Tiempo al tiempo.



Corolario: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres"


2 comentarios:

  1. No solo se opuso el PP, también se opuso más gente, grupos cívicos, plataformas... La realidad está en que el PP tenía muchos más medios y un micrófono desde el que poder transmitir su mensaje.

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  2. Anónimo11:41 a. m.

    Excelente, sr. Perdíu. Tiene usted todo mi reconocimiento. Es una desgracia pero la izquierda que tanto presumía de ello nunca quiso ciudadanos libres.

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