Tras varios años gobernando, en los pasados comicios de mayo, el pesoe perdió las elecciones en Leganés, un populoso pueblo del sur de la Comunidad que pertenece a lo que hace algunos años se llamó el “cinturón rojo” de Madrid. Cuando se constituyó el Ayuntamiento, iu y el pesoe no llegaron a un acuerdo en el reparto de puestos, así que salió elegida la candidata popular (que había ganado las elecciones) la politóloga Guadalupe Bragado.
Menos de un mes después, sin haberle dado tiempo a gobernar, sin poder criticar su gestión de gobierno, sin haber podido discutir siquiera unos presupuestos, los dos perdedores ya se han puesto de acuerdo y la van a desalojar mediante una moción de censura. Igual que en las Cortes no se puede presentar una moción de censura hasta que no ha transcurrido al menos un año de legislatura, en los Ayuntamientos, por puro sentido común, no debería desalojarse a un alcalde que no lleva ni un mes en el cargo. Pero claro, mucha gente tiene que comer. Vividores de
Toynbee escribió:
Antes del estallido de la Revolución industrial las ciudades eran lugares excepcionales en la superficie terrestre del planeta. Hasta las ciudades-mercado –el tipo común- eran pocas y distantes unas de otras.
Toynbee, Arnold: Ciudades en marcha. Alianza editorial, Madrid, 1971. Pág. 44
Vallejo nos dice
Otro poco de calma, camarada;
un mucho inmenso, septentrional, completo,
feroz, de calma chica,
al servicio menor de cada triunfo
y en la audaz servidumbre del fracaso.
Vallejo, César: “Otro poco de calma, camarada” en Poemas Humanos.
Totalmente de acuerdo. Debería establecerse un margen para las mociones de censura en los ayuntamientos. Esto me parece una tomadura de pelo.
ResponderEliminarNo sé si será tecnicamente posible pero lo que yo haría es convocar elecciones.
ResponderEliminarPues sí, es técnicamente imposible.
ResponderEliminarPues sí, es técnicamente imposible.
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