Emprendedores
sin complejos, como el García
Milá. Qué lejanos nos quedan de lo que vemos cuando
miramos en derredor nuestro. Este país. Uno cualquiera. Nacer aquí, un azar.
Crecer en una cultura donde la mitad de la gente quiere ser funcionaria y donde la otra mitad quiere
trabajar en una gran compañía de por vida. Donde el verbo vender tiene una acepción peyorativa. Donde comerciante es sinónimo
de ladrón. Donde nadie arriesga un duro si no es segura la ganancia. Donde los
universitarios no estudian y los maestros no enseñan. Es difícil emprender
porque lo sencillo, cuando uno lo hace, es fracasar.
Pero
si caigo, vendrá a mi lado aquel
personaje de Syjuco a recordarme, a recordaros, aquello de
que “si fracasé fue únicamente porque me exigí a mi
mismo objetivos que ninguno de ustedes ha llegado siquiera plantearse”
No
es un consuelo. Claro que no. Pero es lo que hay.
PS:
por favor, ni un solo funcionario más hablándome de emprendimiento. Por favor, ni uno más.
"por favor, ni un solo funcionario más hablándome de emprendimiento. Por favor, ni uno más."
ResponderEliminar¿Ni siquiera con envidia o admiración?