Da igual. Pinker y Espada -como todos- envejeceremos, llevaremos pañales en un hospital o en una gélida residencia de ancianos y moriremos llorando, para ser luego incinerados y evacuados en cualquier sitio por unos familiares y amigos que rápidamente se olvidarán de nosotros para siempre.
Da igual. Pinker y Espada -como todos- envejeceremos, llevaremos pañales en un hospital o en una gélida residencia de ancianos y moriremos llorando, para ser luego incinerados y evacuados en cualquier sitio por unos familiares y amigos que rápidamente se olvidarán de nosotros para siempre.
ResponderEliminarEl "optimismo" ilustrado tiene cortas patas.