Europa

Observe bien el mapa, desocupado lector. Es, en el mejor de los casos, la constatación de un fracaso. Veinte años de inversiones públicas de la Europa comunitaria y seguimos teniendo cuatro regiones con un PIB que está por debajo del 75% de la renta media comunitaria. A los caciques locales los imagino contentos. Es más dinero público para repartir. A sus votantes, supongo que también, porque no los oigo quejarse. Al nivel de Severoiztochen en Bulgaria o la región Centru de Rumanía. Para tirar cohetes, sí señor. Pero a sus votantes les da igual. En tres de las cuatro regiones lleva gobernando el mismo partido durante los últimos veinticinco años.

Tenemos otras dos regiones, Asturias y Murcia, que dejan de estar en el Objetivo de convergencia no porque hayan crecido, sino puramente por un efecto estadístico producido por la ampliación al este (phasing-out), así que los eurócratas consideran que también necesitan dinero público. Los muy liberales gobiernos peperos de Castillaleón y Valencia, así como el inefable gobierno canario han conseguido para sus regiones unas ayudas transitorias por haber superado ese 75% de media por sus propios méritos y no por el efecto estadístico (phasing-in). Es decir, necesito más subvenciones incluso cuando he conseguido el objetivo que se buscaba con estas ayudas (superar el 75% de la renta media comunitaria).

No todo son malas noticias. Dentro del desastre de subvenciones, al menos se han racionalizado algunas cosas. Por ejemplo, los programas de cooperación transfronteriza, que ahora se llaman de Cooperación territorial europea, se van a adjudicar a escala de Nut III (provincias) y no de Nut 2 (Comunidades Autónomas) como se venía haciendo hasta ahora. Así se conseguirá que los programas se desarrollen en las provincias fronterizas (Zamora y Salamanca) y no en las provincias que más caciques tienen (León, Valladolid o Burgos), como venía sucediendo hasta ahora.

PS: ¿A qué se refieren los (respetuosos y muy educados) políticos nacionalistas de izquierda en Baleares cuando hablan de la “la madrinyelització de la vida política balear”

PD. A ver si un día de estos hablamos de la Educación para la Ciudadanía.

Cita del lunes:

En cuanto a las manías [de Giner] la principal atañe a su propio país. Giner anunciaba la llegada de Europa y de la modernidad a España. Pues bien, la profecía falló. Llegó la Revolución de 1868 y los españoles dejaron pasar la oportunidad de ser modernos y europeos. Desde entonces, España ha vuelto a ser [para Giner y los krausistas] un país, o mejor dicho una tribu, de cafres y de salvajes.

Marco, José María: Francisco Giner de los Ríos: pedagogía y poder. Península, Barcelona, 2002. Página 244.