El libro sobre Kortatu. Otro aspecto bastante molesto del libro es esta idea que se transmite como un mantra de que a la violencia de ETA respondía el Estado con la misma violencia, o al revés que la violencia de ETA era una respuesta a la brutal represión del Estado según los autores.
Este lenguaje repugnante, que es capaz de decir que la ETA inició una campaña contra narcotraficantes y cómplices del tráfico de heroína. No no era una campaña: fueron asesinatos por la espalda y sin juicio previo; la palabra campaña, puede dar lugar a entender que se realizaron acciones informativas o sentadas, no te jode. El lenguaje no es nunca neutro. No lo es tampoco definir definir a Mikel Albisu, como "escritor y más tarde también militante de ETA".
En fin, por acabar con las pesadeces, el resto de los españoles no tenemos patria, porque somos habitantes, para los autores, o bien del Estado, o bien simplemente hispánicos, o incluso mesetarios.
Este lenguaje repugnante, que es capaz de decir que la ETA inició una campaña contra narcotraficantes y cómplices del tráfico de heroína. No no era una campaña: fueron asesinatos por la espalda y sin juicio previo; la palabra campaña, puede dar lugar a entender que se realizaron acciones informativas o sentadas, no te jode. El lenguaje no es nunca neutro. No lo es tampoco definir definir a Mikel Albisu, como "escritor y más tarde también militante de ETA".
En fin, por acabar con las pesadeces, el resto de los españoles no tenemos patria, porque somos habitantes, para los autores, o bien del Estado, o bien simplemente hispánicos, o incluso mesetarios.
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