Rescatado del libro de Corbin: y sin embargo, el cambio en la manera de mirar el mar está ya en el barroco. Muy influenciado por las escrituras. En 1628, nos recuerda Corbin, Girard de Saint-Amant se retira a la bretona Belle-Ille: allí el espectáculo de la salida del sol le recuerda a la Resurrección… Hay un cambio en el segundo tercio del siglo, es el mundo del Barroco, con unas élites obsesionadas con la “vuelta a las fuentes” sostiene Corbin.
Y poco más adelante, entre 1690 y 1730 llegan los físicos-teóricos, la teología natural, que cambian la forma de ver la naturaleza. No hay decadencia, es un reflejo de Dios y la tierra es el más perfecto de los mundos posibles: “La belleza de la naturaleza demuestra el poder y bondad del creador”. Y si empieza a sistematizarse el conocimiento del mundo natural -ahí está Linneo- es para conocer mejor el plan y el resultado de la creación...
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