Una tía de mi abuelo fue monja en Vizcaya durante décadas el pasado siglo XX: debió de llegar allí a finales de los años diez y debió de fallecer a finales de los setenta. Que vidas. El caso es que mi abuelo tenía varios recordatorios y estampitas del hermano Francisco Gárate, el hermano finuras, natural de Azpeitia, fallecido en 1929 tras haber sido durante años el portero del colegio jesuita de Deusto.
Era siervo de dios cuando se hicieron varias de ellas, -luego son anteriores a 1950-, más tarde fue venerable (1981) y, por lo que encuentro en la web, Juan Pablo II lo decretó beato en 1985. La causa de su canonización sigue abierta y se está a la espera del segundo milagro que según la iglesia acredite su santidad.
Imagino que las estampitas se las daba -o se las enviaba, más bien- su hermana a mi abuelo, un hombre de fe recia, como lo era toda mi familia. Imagino, pero no puedo conocer ya, una historia de rezos y responsos, con el rosario quizá por la tarde y la imagen del hermano Gárate por la casa...
Que vidas, que afanes, que cosas...