En 1960 un joven Jordi Pujol publicó un panfleto, "Os presentamos al general Franco" por el que fue juzgado y condenado por un tribunal militar bajo la dictadura frnaquista. La hagiografía nacionalista ya se ha encargado de contarlo muchas veces, alguna de ellos con metonimias tan elaboradas como "Pujol / Cataluña".
Algunos párrafos de aquel panfleto son aún hoy, después de tantos años, de plena actualidad. Una acertada reflexión de quien iba a ser, con los años, el delincuente económico confeso de más alto rango de los que hay en el país:
"El general Franco, el hombre que pronto vendrá a Barcelona,
ha escogido como instrumento de gobierno la corrupción. Ha favorecido la
corrupción. Sabe que un país podrido es fácil de dominar, que un hombre
comprometido por hechos de corrupción económica o administrativa es un hombre
prisionero. Por eso el régimen ha fomentado la inmoralidad en la vida pública y
económica. Como se hace en ciertas profesiones indignas, el régimen procura que
todos estén enfangados, todos comprometidos".