Ya sé que las comparaciones son odiosas. Pero algunas son muy reveladoras. Dos dictadores, locos de atar. Uno habla con Simón Bolívar en sueños. El otro asegura “en mi país no hay maricones, eso es cosa vuestra, que sois unos degenerados”. Uno quiere cambiar media hora la hora de su país. El otro tiene una policía llamada de la virtud que persigue a las mujeres.
Uno vino a España, un país plural, serio, digno y solidario. Fue a hablar a la Universidad. A los alumnos, luminarias críticas, esperanzas de un futuro en paz y solidaridad, se les caía la baba oyendo hablar al dictador. El presentador lo alabó y la institución lo condecoró. Luego, un ministro del gobierno se lo llevó a su pueblo para agasajarlo convenientemente.
El otro dictador fue a los Estados Unidos. Como todo el mundo sabe, un país fascista, analfabeto y gobernado por un zafio. También fue a una Universidad. Lejos de ser condecorado, el presentador le espetó que “Usted tiene todos los signos de un dictador cruel y mezquino, y cuando viene a un sitio como éste se le ve simplemente más ridículo”. El público lo abucheó y se partió de risa oyéndole explicar que en su país no hay ni un solo homosexual. Al acabar, el presidente de la institución académica le retó a que permitiera en su país “la misma libertad de expresión que nosotros le hemos concedido hoy aquí", y le propuso, obviamente sin éxito, que una delegación de la universidad recorriera Irán explicando el modelo de democracia occidental.
Algunas diferencias son buenas metáforas de lo que es una sociedad civil potente y lo que es una mierda montada entre cuatro amiguetes subvencionada con cargo al presupuesto.
PS: Juan de Mairena es el prototipo de los profesores de la institución […] un rebelde como lo fue Giner. Un rebelde a sueldo del Estado liberal.
Marco, José María: Francisco Giner de los Ríos: pedagogía y poder. Península, Barcelona, 2002. Página 335.
PD: noticias para lectores catalanes, porque supongo que estas cosas no las da tevestrés: a una periodista la han echado de la cadena pública por expresarse en castellano, una de las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma. Otra, se tapió un agujero en una obra para que fueran sus excelencias los jefes del estado a descubrirlas. Total, por unos euros más…