Otro
aspectos espinoso que aborda Robert D Kaplan en su libro Por
tierra mar y aire está relacionado con el papel de los medios de
comunicación en las guerras modernas, o más bien postmodernas. No sólo con su presencia, también con los
ejes del mensaje. En cuanto a su presencia, un oficial argelino le cuenta el
caso de su país: las fuerzas de seguridad, con el apoyo de una población
desolada por el terrorismo, habían matado a muchos “terroristas” sin que
hubiera medios de comunicación presentes. Quizá por eso pudieron hacerlo. Para nosotros se trata de una alternativa diabólica: el ciudadano quiere seguridad pero también quiere que todo se haga de manera limpia en un submundo lleno de basura y de personas que no tienen reparos en matar...
En
cuanto al mensaje, un ejemplo desgarrador: una Medalla de Honor
otorgada a un soldado muerto en Bagdad y que no llegó a ser citada por los medios ni
un centenar de veces. Los mismos medios que recogieron en casi cinco mil
ocasiones las supuestas profanaciones del Corán en Guantánamo. Así se fraguan los mensajes.
Y así se acaba construyendo la imagen que hoy en día tenemos de nosotros mismos...