31.8.13

Aprender a mirar...

Mi hermanu Lauru. Y su sabiduría antigua. De leyenda. Habló en Cervantes, el pueblo en el que se crió mi hijo, como ya conté en alguna ocasión. Ahora una Asociación Cultural ha recuperado el pulso a los veranos senabreses. Siguen con las comedias, como nos enseñó, con sus entremeses Don Miguel, el judío más ilustre de este pueblo. Y de judíos habló Lauricu. Una charla hermosa. Apasionada. Algunas frases, suyas, para enmarcar. Nos recordó a todos que fue un niño preguntón. Y que ya entonces le gustaban más “los silencios que las respuestas”. Nos contó la historia de unas gentes antiguas, provenientes de un pueblo errante pero que nunca olvidaron, al salir de estas montañas, las de León, cuál era su casa. Y en qué tierra se los acogió. Y se los respetó.

Esta tierra. Rayana. Con tanto pasado que ocultar. Con tantos silencios. Con tantos matices. He tardado muchos años en aprender a mirarla. En entender porqué San Ciprián está donde está, o Escuredo. O Santa Cruz de los Cuérragos.


Una tierra, en fin, a la que la modernidad, con sus clasificaciones, sus nacionalidades y sus bobadas ha traído pocos beneficios.

Esta tierra.

Esta. 

30.8.13

Niñatos con el brazo en alto.


Parece que hay algunos niñatos, no sé calificarlos de otra forma, que, militando en Nuevas Generaciones, han posado en las redes sociales que operan a través de Internet imitando la estética y la parafernalia nazi o fascista. Me parece repugnante, para qué vamos a andarnos con rodeos. Y espero que, si es verdad, el partido los expulse de inmediato.  Un partido que ha sufrido tanto a manos de los nazis vascos. Un partido que se dice de inspiración humanista cristiana, amigo de Israel y que nos reclama el voto a los cuatro liberales que aquí estamos, no puede consentir, bajo ningún concepto, que un puñado de idiotas que probablemente no saben lo que hacen cuando posan de esa manera, ensucien su nombre. Ni la memoria de sus muertos.  No hay lugar en un partido de centro derecha para quienes defiendan, desde la ignorancia, modelos autoritarios o totalitarios. No puede haberlo.

Los veo y pienso en Fraga; un hombre que supo andar el camino hacia la concordia. O pienso en Cánovas del Castillo, que quizá es la inspiración más lejana de este partido: un hombre que sabía que la política era un arte de “transacciones constantes”. Nada más alejado de su espíritu de pacto, de entender al otro, que las locuras con las que el idiota de José Antonio Primo de Rivera se enfrentó al sectarismo de la izquierda republicana, o las barbaridades perpetradas por un grupo de generales, ahora lo sabemos, al servicio del dinero extranjero

La nostalgia de regímenes autoritarios es, desde hace más de treinta años, patrimonio de los comunistas españoles y de los nacionalistas cruentos vascos. Y así debe serguir siendo...

Hay que leer más, eso está claro

29.8.13

Cruzar La Raya (V)

Crucé La Raya, digo. Tres veces en dos semanas. Y no deja de ruborizarme la carretera que nos ¿une? Sobre todo en el lado dizque español. Nos hemos gastados, entre todos, dinero “como para asar una vacaen Interreg. Se han creado infraestructuras en Zamora capital, en la provincia de León, y hasta en Valladolid, pero los dos caminos que unen la Sanabria con Braganza causan vergüenza ajena. Que a esto lo llamen carreteras. Que los gobiernos, la Diputación de Zamora, la Junta de Castilla León, España… no hayan entendido que la mejor forma de derribar fronteras es que se tarden 25 minutos en hacer un trayecto de 40 quilómetros, y no una hora, y con mareos, como sigue sucediendo en el año 2013. Quizá es sólo una muestra más de la milenaria batalla entre el campo y la ciudad. O quizá es, siemplemente, que aquí, de nuevo, se cumple la legendaria sentencia que mi hermano Hornuez convirtió en la Primera Ley de la Gestión Pública hace ya muchos años: “dinero no habrá, pero pa´tontadas…”

26.8.13

Cruzar La Raya (IV)

El Graça de Morais. Un Centro de Arte contemporáneo para una ciudad anclada en el noreste. Entramos. Jesús es compañía para estas cosas. No puede ir uno a estos sitios con cualquiera. Una autora ligada a su tierra. Tiene algunos toques de Miguel Torga. Quizá todos aquí estamos atados a una tierra que nunca en realidad será nuestra, como a veces me recuerda mi hermanu Lauru. Puede acabar siendo un mausoleo, y eso es lo peor de un Centro monográfico. Una de las obras me fascina. Por lo que representa y por lo que significa su título. Ahí está mi abuela, nacida en 1904, ó en 1906. Ahí está su madre, Jacinta, muerta cuando ella era aún una niña.

La obra lleva por título "Na cabeça de uma mulher está a história de uma aldeia" y fue pintada en 1984. 



Esa cabeza son todas las mujeres de la Iberia rural. Todas.


23.8.13

Cruzar la Raya (III)

Como un viejo contrabandista, me he pasado el verano cruzando La Raya. Otro día fue con Jesús. Un privilegio compartir el paisaje lunar de don Miguel Torga con el manchego más lúcido de la actualidad. Paseamos. Y hablamos. El hombre es un bípedo implume que habla por placer y camina sin necesidad. Hermosa Brigantia. Dinero europeo, ahora que todos nos hemos vuelto tan nacionales. La Domus, un ejemplo único y maravillosa de románico civil en toda Hispania. El museo ibérico de la Máscara; una tradición y una cultura, esta sí que milenaria, desconocida en lo absoluto fuera de este país de frontera. Las máscaras de cuando aquí, aún lo recuerdo, el cristianismo era aún un rito lejano, propio de las gentes del sur. Almorzar en la Posada. La magnífica gastronomía portuguesa. Se nos va la tarde, entre portos, antes de acercarnos a ver el Centro de Arte Contemporáneo brigantino...

22.8.13

Cruzar La Raya (II)

Cruzamos La Raya, digo. Hay algo en los portugueses que muestra lo que un día fuimos los españoles. Gente amable. Y gente hospitalaria. Hay familias que permanecen vinculadas más allá de los países y de los años. La lógica del Estado nación, a dios gracias, no logró acabar con todos los vínculos que había a ambos lados de las fronteras. Es verdad que la modernidad no fue buena con esta tierra, pero a cambio nos permitió seguir disfrutando de cosas que ya no quedan en otros lugares. 

Mi familia portuguesa, digo. Abrazos. Cómo habéis crecido. Un portuñol para entendernos. Emilio ya nació en Portugal. Su madre fue senabresa. Toda su vida. Su hijo no ha olvidado los orígenes. Tampoco sus hijos, que a estas alturas deben de ser ya primos cuartos o quintos míos. Pero no nos importa. La familia, como los amigos, es también, en el fondo, cuestión de elección. Pasada la adolescencia, uno elige a los que quiere tener cerca. Se nos va el día charlando y comiendo. Sobre Portugal, sobre España, sobre la familia. Hasta Mourinho nos sale en la conversación. 

Y mientras enfilamos la vergonzosa carretera que une la frontera con La Villa pienso que, en el fondo, nos reconocemos en el otro. Hablar con alguien de un país ajeno nos permite darnos cuenta de, hasta qué punto, las identidades son nada más que construcciones culturales efímeras. Caprichos del destino y frutos de la imaginación del hombre cuando éste dejó de creer en Dios.

20.8.13

Cruzar La Raya (I)

Volvimos a cruzar La Raya. Su paisaje lunar. Árido. Inhóspito. A mi país lo marca La Raya, no hay otra identidad más clara por estas tierras oscuras. Somos una tierra de frontera. Una tierra para esconderse. Para huir. 

Llegamos a Braganza, digo. Siempre que entro en la legendaria Brigantia, lo primero que hago es rezar por el doctor Melchor Puig, aquel que nos escribió, era mediado diciembre de 1640 y unos hombres habían llegado a la ciudad desde Lisboa, dando vivas a Don Juan IV de Portugal, y acabó la carta diciendo la frase que resume al hombre del Barroco: “Dios lo remedie y convierta a la Cristiandad”.


Volvimos a cruzar La Raya, digo, y esta vez era para encontrarnos con la familia…

19.8.13

Lecturas veraniegas

Hoy vamos con algo de lectura. En lunes. En la prensa de provincia. El gran Redoli, lo mejor, junto con dos o tres más, de la socialdemocracia española en un país de izquierda bárbara que no fue capaz de beber de la ilustración. Algo de lectura, decía, en la mejor tradición de la prensa: ofrecer respuestas a preguntas que el lector no se había planteado. El papel de los logógrafos
Disfrútelo, desocupado lector:

15.8.13

La corrupción como construcción cultural

Citaba el otro día, de pasada, el magnífico post de Miguel Angel García, corresponsal de TVE en Berlín, sobre la corrupción y sobre el sentido que la palabra "amigo" tiene en alemán. Es una lectura necesaria para días de asueto como este. Casi la mitad de los diputados del parlamento bávaro tenían contratados como asesores a familiares. Pero eso, claro, no es corrupción: la corrupción es cosa de los latinos del sur.

Y así estamos. Asumiendo como verdades reveladas las construcciones culturales que otros elaboran sobre nosotros. 

14.8.13

Fiestas (II)

Fiestas, decía. Hechas desde la sociedad civil. Ahí está la gente de Cervantes. El pueblo de Don Miguel. Ahí nació también mi nieto Manuel a finales de siglo, aunque yo no llegué a conocerlo. Pocas personas, de nuevo, mantienen viva una tradición. Hacer por los demás sin esperar a cambio nada. Ellos acabaron sus fiestas y empiezan hoy su Semana Cultural. Varias conferencias a la tarde. No se las pierdan si andan por la zona. Sobre todo la del viernes, que impartirá un desocupado lector de esta columna. Y amigo viejo, claro. Allí estaré, para recordarle que aún me debe varias de las charrelas que me promietió cuando, aquella mañana de septiembre de 1924, salimos de caza por el sierro.

Ahí les dejo el programa:


12.8.13

Las fiestas (I)

Las fiestas en la Senabria. No hay otra forma mejor de acercarse a esta tierra. En cada pueblo media docena de personas, no más, tomar forma de sociedad civil y se encargan de mantener esta tradición que permite volver a verse cada verano. 

Ahí están las de San Juan de la Cuesta. Fruto del esfuerzo de pocos y de la indiferencia de muchos. Empiezan hoy con una exposición y con la proyección del magnífico documental de Eduardo Margareto sobre la emigración castellanoleonesa a Cuba y que lleva por nombre Partir. No se lo pierdan. 

Yo, por mi parte, aquí les dejo el programa completo:


10.8.13

Lecturas (pendientes)

La vida se mide en las cosas que nos quedan por aprender. A mí me queda mucho, a dios gracias. Ahí van dos libros que (aún) no he leído y que me han asaltado desde la prensa estos días. Uno de Leontxo García, a vueltas con el ajedrez y la ciencia como pasiones mezcladas. Hay un misterio en el ajedrez al que nunca me he acercado en serio. A mí me enseñaron a jugar poco y mal, pero siempre me ha fascinado el mundo que se encierra en esos escaques. El otro lo recomendaba el otro día Manolo Lucena en el Cultural del ABC y eso son palabras mayores: Sujetos en la niebla, de Fernando Broncano. Un título que ya es en sí una invitación. La compleja relación que todos, hasta yo, tenemos con las identidades. Unas identidades que, desde la invitación amistosa, acaban convirtiéndose casi siempre en una cárcel.

Me haré con ambos. 

8.8.13

Problemas desde Túnez

Llegan malas noticias de Túnez. Dos opositores laicos, y además izquierdistas, asesinados en los últimos meses. Túnez no es Libia. Es un país con tradición urbana. Y con historia. Fue Cartago. Y fue Roma. Un país con una sólida estructura social que se resiste al proceso de islamización que parece que intenta llevar a cabo la gente de Ennhada. El mediterráneo sur tiene más de mediterráneo que de cualquier otra identidad, como demostró Robert D. Kaplan en su deslumbrante viaje invernal por la zona. A mayores, Túnez ejemplifica, otra vez, que la libertad y la democracia no tiene que ir necesariamente de la mano, como ha escrito Zakaria en varios sitios. Y también demuestra que el recuerdo del terror islámico establecido en el Irán posterior a la caída del Sha sigue pesando en la mente de las clases medias, urbanas y tolerantes de la mayoría de los países musulmanes del sur del mediterráneo. Y su lucha, con todos los matices que uno quiera, es la nuestra…

7.8.13

Sobre Dali, que hoy me he levantado algo esnob...

La Exposición de Dalí en el Reina Sofía. Reconozco que no voy predispuesto a favor de las exposiciones del Reina. Quitando alguna maravillosa, como la de Juan Gris de hace unos años, todas me parecen largas. Con poco hilo conductor. Como si hubiera mucho espacio que rellenar y lo de menos fuera el contenido. Algo hemos avanzado: el lema antes era el de “armas pa´l pueblo” y ahora es “cultura pa´la masa” Esta vez, empero, la cosa mejoró. La exposición sigue siendo larga, pero ahora se articula a través de un buen hilo conductor. Dalí fue el arte como negocio. El arte como excentricidad. El arte como locura. Pero detrás del personaje se escondía un magnífico pintor. La exposición muestra bien su evolución. Y nos recuerda algunas de sus obsesiones, como por ejemplo la que tenía con el Angelus de Millet.


Una buena exposición. Demasiado masificada, eso sí. A ver si empieza la liga pronto y la ciudadanía se vuelca con el fútbol, como debe ser, y nos deja estas cosas a los que nos interesa. 

6.8.13

La Presidenta, fallida

Acabé La Presidenta, una serie que me llegó cortesía del Batera. No sé qué se proponían los creadores, pero hacer una serie sobre esta temática, estando The West Wing era un reto casi imposible. El modelo era muy bueno y las comparaciones son siempre odiosas. A mayores, aquí la trama de los hijos adolescentes aportaba poco a la historia, con una abuela y una niña pequeña que sólo añadían azúcar a la trama. Lo mejor, sin duda, el papel de Donald Sutherland como Natham Templeton, un malo de altura para una Geena Davis tan progre como previsible. Una serie con poco ritmo en la que además la presidenta  se sale con la suya en cada uno de los episodios, como si eso fuera la vida. Quizá la largo mano de Disney iba detrás de estos finales tan hermosos, tan correctos, tan bondadosos. Buen papel, por cierto, de dos secundarios: Natasha Henstridge y Harry Lennix.


En fin, que entiendo que no hicieran la segunda temporada. La sombra del Ala oeste es muy alargada…

2.8.13

Un par de pelis

Algo de cine. Estuvimos con Ahora me ves. Me pareció entretenida, a vueltas con la magia. Mejor de lo que decía Carlos Boyero en su crónica. Dónde empieza y dónde termina la realidad. Y qué cosas estamos dispuestos a creer y qué fuerza puede llegar a tener la venganza. Desaprovechado Michael Caine, y en un papel bastante bobo Morgan Freeman. El guion es bueno y la película se sigue con interés. El final es algo previsible, o será que ya he visto muchas pelis de estas.


Estuve también con Los amos de brooklyn. El título no le hace justicia. Un cierto aire a The Wire. No sólo por algunos de los actores, como Omar Little. También, por la forma de enfocar el desarrollo. La otra cara de la vida. La que no se ve, la que no sale en los titulares: policías buenos y malos, traficantes buenos y malos. El problema es que se queda corta. Hay historias que necesitan varias horas para desarrollarse con plenitud, y ese es el hueco que las series han aprovechado. En cualquier caso, mejor de lo que esperaba...

1.8.13

El caso (III)

El caso Bárcenas, decía. Alguna reflexión más. Ahora sobre ¿nuestros? políticos. Todos estos sobresueldos, en a o en b, nos deberían llevar a una reflexión más profunda sobre el sueldo que cobran. Es muy bajo. Escandalosamente bajo para los presupuestos que manejan. Y para las responsabilidades que tienen. Sobre todo cuando uno piensa en consejeros, Secretarios de Estado, Ministros o incluso el Presidente del Gobierno. Pero ninguno, nunca, ha tenido la valentía de planteárselo a la ciudadanía. Actúan de manera pudorosa con el dinero, con esa cultura que nos ahoga de marxismo tamizado por el cristianismo que hace que en España hablar de dinero sea de atrevidos. Eran cosas de judíos y no es Cristiano Viejo ir por ahí hablando de estos temas. Por eso, su dinero ha acabado llegando siempre por la puerta de atrás: o se iban a vivir con reyes a alguna empresa del sector de las utilities (y la nómina es tan larga que da pereza: el tal González en Gas Natural, el tal Aznar en Endesa, el tal Solbes en ENEL, la tal Salgado también en Endesa, el tal Acebes en Ibedrola, después de lo bien que lo hizo en Cajamadrid) o de la construcción (ahí está el tal Borrell en Abengoa); o se forraban con sobresueldos mientras ejercían. Otra opción es que alguien les remate un libro y ellos reciban un dineral por un texto que no vale ni la cuarta parte, como ocurrió con el tal Bono. Y a las cifras de venta me remito.

Esta forma de proceder es inmoral hasta decir basta. No sólo se engaña a la gente, dando una imagen de ascetismo al servicio de España que no es real. There Ain't No Such Thing As A Free Lunch
Es que, a mayores, se trata al ciudadano como si fuera un perfecto imbécil al que no pueden contársele las cosas de frente.


Y así nos va…