Acabé
La Presidenta, una serie que me llegó cortesía del
Batera. No sé qué se proponían los creadores, pero hacer una serie sobre esta
temática, estando The West Wing era un reto casi imposible. El modelo era
muy bueno y las comparaciones son siempre odiosas. A mayores, aquí la trama de
los hijos adolescentes aportaba poco a la historia, con una abuela y una niña
pequeña que sólo añadían azúcar a la trama. Lo mejor, sin duda, el papel de Donald Sutherland como
Natham Templeton, un malo de altura para una Geena Davis tan progre
como previsible. Una serie con poco ritmo en la que además la presidenta se sale con la suya en cada uno de los
episodios, como si eso fuera la vida. Quizá la largo mano de Disney iba detrás
de estos finales tan hermosos, tan correctos, tan bondadosos. Buen papel, por
cierto, de dos secundarios: Natasha Henstridge
y Harry Lennix.
En
fin, que entiendo que no hicieran la segunda temporada. La sombra del Ala oeste es muy
alargada…
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