Cercas, el otro día en El País semanal, a vueltas con le horror que habita en nosotros:
Bataille llamó a ese lugar la parte maldita, o el Mal. “Hay en cada hombre un animal encerrado en una prisión, como un esclavo”, escribió en 1929. “Hay una puerta: si la abrimos, el animal se escapa como el esclavo que encuentra una salida; entonces el hombre muere provisoriamente y la bestia se conduce como una bestia”.
Y yo recordaba, al leerlo, el mítico Incendies de hace una década ya: somos casas habitadas por un inquilino del que no sabemos nada. Cómo pasa el tiempo...