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8.9.23

Las edades de la vida

Le escuché a Carmen Iglesias en la facultad, o quizá se lo leí, que la infancia es una creación de la Ilustración. Incide en esto Corbin en El territorio del vacío, asegurando que es en el siglo XVIII, cuando se produce el proceso de especificación de las edades de la vida. Durante ese siglo está naciendo el narcisismo y se está consolidando individualidad 

Y otra nota interesante: en la católica Francia, los baños en el mar producen, a principios del siglo XX, resultados similares a los de los milagros, quizá para que los posibles clientes entiendan bien la narrativa de lo que se está produciendo...

24.4.22

El juego de hoy

El viernes Ellakuría, desde Barcelona y para El Mundo. Lo que está en juego hoy en las monárquicas francesas es la pugna entre “el viejo elitismo ilustrado frente al nuevo totalitarismo, camuflado de igualitaria chabacanería…”

Pues eso.


26.1.21

Spinoza y la ilustración judía

Algunas notas, ya finales, sobre el libro acerca de Spinoza, que luego todo se me olvida. Baruc nunca se sintió demasiado hebreo, ni judío, asegura el autor. La suya fue siempre una identidad de huida, y esa es la mejor manera de comprender el carácter cultural -artificial- de todas las identidades. Quizá un bisabuelo rayano, un abuelo nacido en Lisboa, un padre nacido en una aldea alentejana, él ya en Bruselas. siempre errantes. No me extraña que fuera, como señala Frederic, partidario de la asimilación, convencido de que esta asimilación favorecería la emancipación de los judíos. Descubro en el libro que  esta idea influyó en uno de los fundadores de la Haskalá, el movimiento ilustrado judío, Mosses Mendelsshon, aquel que cambió su apellido en favor de la asimilación. Los ilustrados judíos. Otra gente peligrosa.

7.9.18

Nacionalismo como hijo -bastardo- de la Ilustración

Una última nota a vueltas con El viaje de la impaciencia, de Luis Gonzalo Díez. Señala el autor que el nacionalismo, visto desde Herder, ... sería, por sorprende que suene, un bastardo de la Ilustración, una consecuencia ideológica del carácter ambiguo y proteico de su conciencia histórica. Lo que significa que el nacionalismo no surge contra la Ilustración, sino como otra Ilustración alternativa a la oficial que divisa sus perfiles constitutivos en un horizonte postracionalista y postabsolutista, vitalista, igualitarista y populista

10.8.18

Impacientes (II)

El viaje de la impaciencia, decíamos ayer. Nos recuerda el autor que Herde decía aquello de que "Queremos estudiar la mitología de los antiguos para poder llegar a ser inventores nosotros mismos". En la línea de inventar pasiones solo para ejecirtarnos. 

Y, sin embargo... no es un mundo contra ilustración, sino más bien, un bastardo de la razón. 

"El nacionalismo, visto desde Herder, ... sería, por sorprende que suene, un bastardo de la Ilustración, una consecuencia ideológica del carácter ambiguo y proteico de su conciencia histórica. Lo que significa que el nacionalismo no surge contra la Ilustración, sino como otra Ilustraición alternativa a la oficial que divisa sus perfiles constitutivos en un horizonte postracionalista y postabsolutista, vitalicia, igualitarista y populista" 

5.3.17

Los Ilustrados

Hace ya algunos años que me impactó Gente peligrosa, el deslumbrante relato que Bloom hacía de las personas que articular el discurso más radical de la Ilustración. Rebuscando, encontré por casa Encyclopédie, el estudio que dedica, más en detalle, al proceso de creación de la Enciclopedia. Lo llevo mediado ya y mantiene el ritmo muy bien. Ayuda a evitar tópicos en los que siempre cae la progresía española cuando se enfrente a la Enciclopedia: en la luminosa Francia a Diderot lo encarcelan sin acusación y para salir de la cárcel ha de prometer dejar de escribir; gran parte del hermoso París era un lodazal fétido, una parte de los artículos de la Enciclopeida están escritos de oídas... Ni la Francia de mediados del XVIII era todo luz ni aquí sólo había tinieblas...

No hay más que leer para dejar de tener certezas...

17.4.16

Conceptos

Arcadi Espada, en El Mundo el otro día:

"Las opiniones ocupan el papel que ocupaba el mito en las sociedades preilustradas. Y con idéntica eficacia"

 Una voz luminosa para entender lo que pasa y lo que nos pasa. 


22.12.15

Benedict Anderson (III)

Hay algo tenebroso en el reverso de la Ilustración. Acabar con dios pero no con la angustia que anida en el corazón del hombre. Anderson sospechó algo de esto cuando escribió que "El siglo de la Ilustración, del secularismo racionalista, trajo consigo su propia oscuridad moderna. Con el reflujo de la creencia  religiosa no desapareció el sufrimiento que formaba parte de ella. La desintegración del paraíso: nada hacia la fatalidad más arbitraria. El absurdo de la salvación: nada hace más necesario otro estilo de continuidad"

Esa continuidad acabó siendo la nación. Pero las mentiras no se vuelven verdad por ser necesarias...

23.3.15

Un párrafo clave

Las Comunidades imaginadas, de Anderson. Ya hablamos de ello en su momento. Esa idea tan potente de la magia del nacionalismo. Aquí va el párrafo completo. Hay tanta verdad en él que hay que leerlo varias veces para entenderlo del todo...

"El siglo de la Ilustración, del secularismo racionalista, trajo consigo su propia oscuridad moderna. Con el reflujo de la creencia religiosa no desapareció el sufrimiento que formaba parte de ella. La desintegración del paraíso: nada hace a la fatalidad más arbitraria. El absurdo de la salvación: nada hace más necesario otro estilo de continuidad.[...] la magia del nacionalismo es la conversión del azar el destino."

Algo de esto se le intuye a Campagnon en su magnífico libro Los antimodernos. Y ahí está una de las vías más interesantes de investigación y de análisis que se me ocurren. Lástima no tener tiempo para todo...

27.7.14

La exhibición sentimental

Buena tribuna el otro día en El Mundo la de Manuel Arias Maldonado, a cuenta de la relación entre sentimientos y liberalismo. O entre emociones y libertad. La vieja lucha entre la razón y el romanticismo. Ahí seguimos, bloqueados, tantos años después...

No se pierdan este breve ensayo a cuenta de La democracia sentimental...


4.7.14

Soluciones (difíciles)

Sólo empezaremos a atisbar soluciones a estos problemas que nos acechan cuando de verdad tengamos debates ilustrados. De aquí se sale con más racionalidad, no con más populismo. Ya sé que no es fácil predicar esto en un país en el que el aprecio por la cultura no es mayoritario. Ya lo sé. Pero hay que decirlo; ya nos enseñó Shopenhauer que si nosotros callamos, ¿quién hablará?.

Ahí estaba MAFO reivindicando el otro día en El País el valor del análisis y de la palabra frente a las bobadas atolondradas de los hunos y de los hotros, esos que nos han obligado a vivir bajo el imperio de las ocurrencias.

No se lo pierdan. Y disfruten de julio...

19.8.13

Lecturas veraniegas

Hoy vamos con algo de lectura. En lunes. En la prensa de provincia. El gran Redoli, lo mejor, junto con dos o tres más, de la socialdemocracia española en un país de izquierda bárbara que no fue capaz de beber de la ilustración. Algo de lectura, decía, en la mejor tradición de la prensa: ofrecer respuestas a preguntas que el lector no se había planteado. El papel de los logógrafos
Disfrútelo, desocupado lector:

9.7.13

Reflexiones trascendentes tras películas intrascendentes

Fuimos a ver Los Becarios. Una película alegre. Optimista. Ideal para estos tiempos de decepciones. El cine también es un estado de ánimo y no tengo yo ahora el cuerpo para ruidos, la verdad.  

Hay algo mágico, al menos hasta mi generación, en el relato del esfuerzo y el mérito como elemento para explicar la movilidad social. Crecimos en un mundo en el que había valores que a uno lo aupaban hacia arriba. Todos habíamos emigrado y la vida era un libro abierto sobre el que ir escribiendo, cada uno con su esfuerzo, el relato que deseaba. Y es que somos, quizá, la última generación que vio brillar la luz, lejana ya, como la de una estrella de la Ilustración

Dentro de cincuenta o cien años, al serano, allá en Senabria nuestros nietos contarán que el abuelo, hijo de un taxista,  nieto de labradores, fue de joven a una cosa que llamaban la universidad…

11.2.13

Ir a Pompeya para derribar tópicos...


Se me pasó recordar el apartado dedicado al Rey Carlos VII de Nápoles (y III de España tras la muerte de su hermano Fernando). Un Rey culto. Y Grande. No sólo jugó un papel esencial en la investigación y recuperación de las ruinas de Pompeya. También consagró una forma de entender la arqueología, tan lejana al modelo de rapiña napoleónico o de la Inglaterra imperial. Las cosas se quedan donde se han encontrado.  Está por hacer, en un país tan acomplejado como España, la historia de los borbones españoles en el sur de Italia. O, más bien, el papel que la Monarquía Hispánica jugó en aquella península durante varios siglos.

Más allá de eso, la Exposición se centra también en el impulso que la llegada del Rey a Madrid dará a las excavaciones dentro de los dominios de la Monarquía.  Ideal para todos aquellos acomplejados que siguen repitiendo, como un mantra, aquello de que “aquí no hubo Ilustración”, mientras suspiran y terminar de apurar un Burdeos

Un buen final para una buena exposición.
No se la pierdan. 

24.9.12

La religión y la gente peligrosa...


Aquella gente peligrosa. Su visión sobre la religión. Cada día que pasa soy más agnóstico: no tengo capacidad ni para afirmar ni para negar la existencia de un Dios. Respeto a todos los creyentes. A veces los envidio. A veces no puedo evitar pensar en ellos de manera algo condescendiente. Los respeto porque en general me respetan y cada tengo más claro aquello que repetía la abuela de Maalouf: una casa sin ninguna religión es una desgracia, como también lo es una casa con demasiada religión.

La gente peligrosa dio un paso que yo quizá no daré nunca: vengo del mundo que vengo y hay cosas que no puedo violentar sin violentarme a mí mismo. Es lo que hay. Ellos pasaron de la duda a la negación. A la negación radical. Tampoco mi mundo, gracias a Dios, es el suyo. Vivir en un entorno dominado por la superstición y la ignorancia es una invitación para enfrentarse a él de manera radical.

Pero de fondo, al final del todo, hay muchas cosas de interés en sus reflexiones: el valor de la religión como mecanismo de control social. La forma de violentar la conciencia y los actos de alguien que se cree vigilado por fuerzas que todo lo ven... 

Al final, aquel cinismo de Voltaire cuando decía que “quiero que mi abogado, mi sastre, mis criados, e incluso mi esposa crean en Dios; pienso que de esa manera me robarán menos y me podrán menos los cuernos”.

Esa sensación, tantas veces experimentada de que, en el fondo, de obispo pa´rriba

14.9.12

El cuerpo humano y aquella gente peligrosa


Aquella gente peligrosa. Su lucha por la reivindicación de lo humano. Y dentro de lo humano, lo más humano: el cuerpo. Un cuerpo al que la tradición, la moral, la escolástica, llevaba siglos considerando como “un recipiente de deseos pecaminosos” o un “pozo de enfermedades”. Defender una concepción ilustrada del cuerpo humano. Defender la búsqueda de la felicidad, también a través del cuerpo, como una aspiración no sólo legítima sino necesaria. El libro hace un magnífico repaso de esta tradición olvidada, sepultada por tantos siglos de oscuridad y miedo. Un repaso que se inicia con Epicuro y Lucrecio y que tiene uno de sus máximos exponentes en Montaigne. Aquel Epicuro, desacreditado por sus enemigos y que pensaba que el objetivo vital es una moderación inteligente de las pasiones, liberando al espíritu y al cuerpo de cualquier atisbo de esclavitud, o aquel Lucrecio que reivindicó a los dioses como una metáfora de la serenidad, tras darse cuenta de que lo único que vemos en el cielo al alzar la vista es lo que nos imaginamos. Aquel Montaigne, en fin, un Villanueva aragonés, que hizo de la reflexión una forma de vida

Asumir que el deseo forma parte de la vida… que los sueños oscuros e irracionales están tan dentro de nosotros como nuestra sonrisa y nuestra educación.

Asumir la imperfección para ser felices con ella. Esa búsqueda de la felicidad que impregna un texto que se firmó en julio de 1776 y que se aseguraba que We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.



PS: “Para Diderot, el enfoque reduccionista de la naturaleza humana que aplicaron muchos pensadores a lo largo de la historia era profundamente ingenuo. […] En última instancia, los seres humanos siempre estarán a merced de su propio carácter, de su capacidad y de sus impulsos, que la razón puede manejar, pero que siempre serán el factor primero y más importante de nuestra vida. La razón puede distinguirnos de otros animales, pero solo el deseo nos hace humanos”

Blom, P.: Gente peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración europea. Anagrama, Barcelona, 2012. Página 332

11.9.12

La gente peligrosa y la educación de la mujer...


Aquella gente peligrosa. El papel de las mujeres.  Si la educación en aquellos momentos era escasa y rígida, para las mujeres era inexistente: aprender a bordar las más pobres, algo de canto o algún idioma para las ricas. Pero la concepción era la misma en ambos casos: seres peligrosos a los que no formar porque, en el fondo, eran el diablo que hacía enloquecer al hombre. Para la gente peligrosa que protagoniza el libro, para aquellos radicales que perdieron la batalla de la Ilustración, la mujer era algo más. Mucho más. Era algo revolucionario. Aunque externamente permanecieron ligados a la moral de la época: esposas, amantes… iban buscando algo que los conecta con esa revolución del siglo XX que ha supuesto, en occidente, la visibilización de las mujeres.  Y es que tanto Diderot, con Sophie Volland, como Grimm, otro de los amigos peligrosos, eligieron como amantes a compañeras en el sentido último de la palabra: personas con las que compartir no sólo lecho, sino también inquietudes, miedos, temores, confidencias.

Eran gente peligrosa porque acabaron asumiendo, pese a su entorno, pese a su formación, que en la vida es mejor sumar que restar…


PS: "Si bien muchos contemporáneos pensaban que esta situación  [la falta de educación de la mujer] era aceptable a causa de la inferioridad intelectual de las niñas, Diderot, D´Holbach y Grimm opinaban que las diferencias en materia de logros entre hombres y mujeres eran el resultado de una educación deficiente e incluso represiva, de un vasto sistema montado para oprimir a las mujeres [...]" 
Blom, P.: Gente peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración europea. Anagrama, Barcelona, 2012. Página 303

8.9.12

Las mujeres y la gente peligrosa


Aquella gente peligrosa. Su relación con las mujeres. Estábamos en el XVIII. En mi pueblo, Blas Cantón levantaba una capilla y las mujeres pasaban de hijas a madres sin haber sido nunca personas del todo. No sabían escribir. No hacía falta; ¿para qué? Si hasta las herencias las hacían sus maridos o sus hijos. En el Salón de D´Holbach, entre tanto, se juntaban algunas personas que pensaban que una mujer era mucho más que una madre, o que una amante. Esa visión total de la mujer entendida como alguien dotado de autonomía propia y cuyo papel trasciende los roles asignados era algo revolucionario en la época. Para algunos de aquellos radicales, la mujer es alguien que nos acompaña en el camino de la vida. Es esa persona que nos ayuda a crecer. Esa persona sin la cual no somos nada.

Ahí está el caso de Denis. Diderot casó mal. Cosas de familia. No quería ser cura y al final tuvo que sentar la cabeza. Su mujer no lo entendió nunca: siempre entre libros, siempre hablando, siempre conversando. Por eso, buscó en otro lugar lo que un aburrido hogar burgués de rosario y procesión no le daba. Y lo encontró. Vaya que si lo encontró. Quizá la historia entre Diderot y Sophie Volland sea una de las historias más fascinantes del libro. Intuir, sólo intuir, la manera en la que un hombre culto y sensible del XVIII era capaz de ver en una mujer algo más que un cuerpo sobre el que gozar o un capricho que sostener. Encontró una compañera para un viaje largo y duro. Y conocemos sólo una parte de aquel viaje porque no todas las cartas que se cruzaron durante años, sobre todo los veranos, que pasaban separados, porque Diderot estaba casado y se iba con su familia, no todas esas cartas, digo, han llegado hasta nosotros. Algunas fueron purgadas por los descendientes, que las consideraban poco adecuadas a la dignidad de un amantísimo padre de familia.

Seguiremos conversando sobre el tema. Está amaneciendo y la visión a estas horas de “las montañas más frías de toda Castilla”, como se referían los jesuitas en el XVIII a esas montañas que separan la Alta Sanabria de la Sanabria central es una visión demasiado cautivadora como para seguir escribiendo…


PS: “Aun cuando gran parte de ese extenso y apasionado epistolario se haya sacrificado por mor del decoro, los cientos de cartas que han sobrevivido siguen brindando un retrato extraordinariamente vívido de un encuentro de dos cuerpos y dos mentes que se prolongó durante más de dos décadas. Pues, además de sus sentimientos, Diderot escribió, entre otras cosas, sobre libros que ambos estaban leyendo y prosiguió en las misivas conversaciones iniciadas en sus encuentros con Sophie


6.9.12

Aquella gente peligrosa... hablemos


La segunda lectura veraniega fue también un festín. Otro de esos libros que me jode no llegar nunca a escribir y que me jode tener que acabar. Qué bien escrito, qué instructivo y qué ameno. Al autor Philip Blomm le tenía ganas desde hace tiempo y no me defraudó nada. Me refiero al libro sobre la Gente peligrosa de los salones parisinos de la segunda mitad del XVIII. Un libro fascinante, sobre el Salón que montó D´Holbach en el París de los años centrales del Siglo de las Luces, un salón animado por Diderot y en el que, al fin, somos capaces de ponerles cara a todos: del narcisista Voltaire al resentido de Rousseau. Era evidente que alguien que inventó el concepto de voluntad general no podía ser buen tipo. Menudo psicópata. Hágase con el libro desocupado lector, porque tenemos que hablar de él. Pero hágase ya mismo con la obra, porque si sigue esta bitácora con regularidad, estoy seguro que usted también tiene algo que decir sobre aquel Salón. A favor o en contra, pero seguro que tiene algo que comentar. Así que no sé a qué espera… ¿me he equivocado alguna vez con mis recomendaciones?

Hablaremos de él. Largo y tendido.


PS: Diderot nos recuerda en el libro que Séneca escribió una vez que “Una parte de la vida la dedicamos a hacer las cosas mal; la mayor parte, a no hacer nada, y casi toda la vida a hacer algo que no es lo que debiéramos hacer”.

5.9.12

Las fuerzas de la cultura, o el resentimiento como emoción para la revolución


Pasaba Orbita y aún no llegaba el puerto. Seguía escuchando los audios de la Fundación March. Llegó el turno a la conferencia del profesor Lucena. Sobre un tema del que ya me había comentado alguna cosa en alguna cena veraniega: la importancia de las emociones en la historia política. Y en concreto, la importancia del resentimiento cuando el orden del mundo deja de ser eterno, a caballo entre el barroco y la Ilustración. En la tragedia griega, el asombro lo causan situaciones que se salen de un orden estable, por eso el resentimiento juega un papel tan diferente al que jugará con la modernidad. 
La conferencia es una absoluta delicia. Y el resentimiento es, en efecto, una emoción revolucionaria. Si no se la quieren bajar, pueden escucharla pinchando aquí. Y aquí pueden ver la presentación que hizo el profesor Lucena durante la exposición

Cultura para todos. La generosidad de quien no dedica su esfuerzo a clubes de futbol o a irse de putas, sino a expandir conocimiento. 

Algo raro pasa en este país cuando la gente más normal parece extranjera.