Libros que te cuentan cosas que nunca hubieras preguntado. Como el Monzón de Robert Kaplan. Por ejemplo, esa oscura similitud que hay entre los orígenes de Turquía y Pakistan. Son las dos caras de una moneda: la cara exitosa y la cara fallida. Ambos Estados recientes, y ambos estados creados por el impulso laico de dos modernizadores: Mustafá Kemal en un caso, y Ali Jinnah en el otro. Ambos nacidos en la periferia del país, y con identidades que no tenían demasiadas credenciales nacionales: uno en la cosmopolita y judía Salónica y el otro nacido en Karachi y criado en el Reino Unido y en Bombay.
Jinnah, a diferencia de Ataturk, murió demasiado pronto, cuando apenas llevaba un año en el gobierno y no llegó a ver consolidada su obra, que ha acabado convertida en un Estado que va camino de ser, como dice Kaplan, una Yugoslavia nuclearizada y cada vez más islamizado, frente a los casi veinte años de mandato del turco en un su recién nacido país.
Dos personajes fascinantes...
PS: "Jinnah era un complejo hombre de la India, un intelectual entre Londres y Bombay, hijo de un mercader de Guyarat y una parsi de Karachi. [...] Jinnah era producto de un entorno cultural sofisticado, el de la Gran India, y en consecuencia era laicista por naturaleza" (página 124 de la edición de El Hombre del Tres)
Dos personajes fascinantes...
PS: "Jinnah era un complejo hombre de la India, un intelectual entre Londres y Bombay, hijo de un mercader de Guyarat y una parsi de Karachi. [...] Jinnah era producto de un entorno cultural sofisticado, el de la Gran India, y en consecuencia era laicista por naturaleza" (página 124 de la edición de El Hombre del Tres)
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