14.11.14

Todo nuevo (apuntes)

Los momentos míticos, fundacionales. Adanistas. Son siempre mentira, por supuesto. Y más en la nación, que siempre anda mirando por el retrovisor lo que imagina que pasó. Están los independentistas catalanes con el camelo del país nuevo: ese camelo que también se nos presenta a los varones cuando pensamos que podemos empezar de nuevo a los cuarenta, con sabiduría pero sin taras. Causa un poco de rubor: en el caso de los varones y en el de los países. No hay nada nuevo que empezar. Las mismas personas, con otros ropajes acaso, pero las mismas. Siempre ls mismas. Por eso la nación suele ser un refugio para los canallas. 

Leyendo el otro día un ensayo de Zira Box, publicado en la Revista de Estudios Políticos hace un par de años, y que incide en el tema que luego trataría en el su aportación al libro Ser españoles, no podía dejar de acordarme en la similitud de mensajes de los falangistas de los primeros años de la dictadura, con todas estas bobadas de ahora: un país nuevo, un mundo nuevo. Surgido de una guerra o de una secesión, eso qué más da: lo importante es que sea nuevo y que todos seamos más jóvenes. 

Nunca lo olvide lector, todo no es más que un Spoon river: "nuestros padres mintieron. Eso es todo".  


PS: Victor D´Ors, en su "Confesión de un arquitecto" escribía: "Es necesario formar una España absolutamente nueva de continente y contenido, entroncada exclusivamente con la vena más auténtica de nuestra tradición". Tradúzcalo desocupado lector al catalán, cambie España por Catalunya y mire a ver si le suena creíble en la Cataluña actual...

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