13.9.17

Asunciones

Estamos hechos como estamos hechos. Y esto es lo que hay. No estamos hechos para ser felices. Ni en septiembre ni en julio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su "conclusión desalentadora" es conocida desde hace milenios. Sería bueno que el autor leyera, por ejemplo, a un ya casi olvidado Agustín de Hipona en sus 'Confesiones'. Aprendería mucho sobre el paso del tiempo y el futuro, la nostalgia, la permanente insatisfacción, la felicidad, los recuerdos y la memoria, etc.

Los pretendidos "mediterráneos" ya fueron descubiertos en épocas más sabias.