6.12.19

El mundo de la globalización

Un par de días en centro Europa. Cenando ayer con el equipo. Una española cuyo novio es portugués, otra española con novio inglés y un portugués con novia griega. 

Hoy comiendo, un español, cercano al retiro,  que se vino a trabajar en los setenta. Dos hijos, de madre alemana; uno vive en Canadá y el otro en Londres. Las nietas están una en Holanda, otra en Lisboa, en Nueva York y en Abu Dhabi. 

Da un poco de vértigo, la verdad. Y yo, al tiempo, pensando en que mi hijo no pierda (del todo) las raíces de la mi tierra, que también será la suya tierra...

1 comentario:

Anónimo dijo...

El peligro no es ya un hombre sin identidad, sino sin IDENTIDADES (sexual, personal, familiar, comarcal, nacional, etc.). Sin ellas somos meros consumidores manipulables, náufragos en medio de poderes como gigantescas olas que nos usarán como muñecos. Son diques frente a la tiranía. Es bastante revelador que se dediquen con denuedo a arrebatárnoslas.