Yo era un preadolescente cuando Robinson llegó a España. Recuerdo perfectamente el doble fichaje, de Robinson y Sammy Lee, aquel invierno del curso 86/87 por Osasuna.
Luego, durante los años de la universidad, cada lunes, cenaba delante de la tele. Empezaba El día después, de lo poco que daba Canal Plus sin codificar. Un gustazo de cultura de futbol, con Nacho Lewin primero, luego el Lobo y Pedrerol, pero siempre con el gran Robinson. ¿Cómo olvidar todo aquello?.
Se ha ido un gigante. Y qué hermosa la anécdota que cuenta hoy Roberto Palomar en Marca: no quiso tirar aquel penalty por si lo fallaba y su madre se avergonzaba en la carnicería...
Siti tibe terra levis
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