Lo contaba el maestro Arcadi con su maestría habitual. Es el periodismo obseso el que vive a sus anchas con las cifras de Ómicron. El número de infecciones no sirve para nada, más que para crear miedo. La clave es la tensión hospitalaria, y esta sigue siendo muy baja.
Hay mucha culpa de los que nos pasa en ese periodismo basura.
Y así no va...
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