7.11.22

Cástrate tú, que a mí me da la risa

Brillante Federico el viernes, dando en la clave de la homofobia de la élite trans. Y este párrafo, demoledor: En realidad, la destrucción del movimiento gay como reivindicador de unos derechos civiles preteridos o perseguidos se produjo al crear otro cajón de sastre político, lo LGTBI+, que mezcla reivindicaciones distintas y hasta opuestas sobre adopción, vientres de alquiler o violencia de pareja. En su artículo, Etxeberría comentaba que los jefes de esa secta, que va a destruir miles y miles de vidas si no se le pone freno, eran homosexuales ya mayores que se decían trans pero que no se hormonaban para no perder su erección y su placer sexual, mientras prescriben para los jóvenes la castración, porque de castración se trata, química y quirúrgica, irreversible. Esa diferencia entre la prédica y el ejemplo es típica de cualquier secta, en este caso, ministerio.

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