17.7.09

De aquella provincia jamás...

La playa desapareció de mi vida con la adolescencia. En los últimos quince años he debido de ir tres veces, dos a Torrevieja y una a Llanes. Pero hubo una época en la que las cosas eran diferentes. De pequeño todos mis veranos empezaban en Oriñón. Hogueras en la playa, contrabando, una ballena en Sonabia, navajas y chirlas en la arena, cangrejos en las rocas, salitre y mar. Las dunas. Mis primos. Mi hermana. Una vaquería a por leche, un quinto sin ascensor, una tienda, ya cerrada, donde vendían camy. Y todas las mañanas el correo español. Un ring de boxeo. Tono y yo descartando por escandalosa la teoría oficial de la muerte de Kennedy con apenas diez años. Y las quemaduras. El sol sobre mi piel sanabresa. Las friegas con tomate que aún recuerdo y que me lo han convertido en un alimento alérgico. Aquello terminó.-Aquí hace frío, hijo, y ahora que papá se va a jubilar queremos comprar algo en Alicante-. Quizá me lo tomé como una traición personal. La costa oriental de la Montaña era como Sanabria pero con mar, y ahora nos íbamos a Alicante. Sólo volví una vez, de ruta por el Cantábrico. Ahora hay autovía y la colonia vasca ha crecido aún más, si cabe. Apenas estuvimos un rato. Hay sitios a los que es mejor no volver, porque se conservan mejor en nuestro recuerdo. “Una provincia por ti amada es la infancia […] de aquella provincia jamás podrá expulsarte ningún ángel”, escribió Gabriel Sopeña.

Esta tarde vuelvo a la playa. Casi ocho años después del último intento. Me acompaña, como entonces, Jimena. Ya les contaré cómo ha ido la experiencia.

PD: Esto es patético, no sé a qué esperan los imputados para dimitir,y no sé qué espera un juez para investigar sobre las escandalosas filtraciones al diario gubernamental. Hace años que no veíamos un uso tan parcial de la justicia.

PD2: ¿Nos espera un otoño apocalíptico?

PS: Y luego andamos con payasadas tipo nueva cultura del agua en vez privatizar su gestión para evitar cosas como esta.

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