Murió Benecit Anderson y volví a encontrarme con sus deliciosas Comunidades Imaginadas. Una frase que tengo cincelada en casa, junto a mi escudo de armas: la magia del nacionalismo es la conversión del azar en destino.
Señala Anderson: "Podríamos decir como de Debray: sí, es enteramente accidental que yo haya nacido francés; pero después de todo Francia es eterna."
1 comentario:
Nada es eterno.
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