24.6.21

Burócratas y políticos

Me había hablado el gran Batera de un ensayo de Víctor Lafuente y su maestro Carl Dahlström sobre la manera de organizar el Leviatán. Su tesis es interesante: la separación de las carrereas entre burócratas y políticos mejora el rendimiento de las sociedades. La dicotomía no es tanto un tema de burocracia weberiana rígida o modelo gerencial, como habíamos pensado siempre, sino que esto va de carreras por separado: cuando tu carera no depende de un político, no vas a hacer carrera, el incentivo para vigilar el jefe es mayor.

Algunos mitos: las administraciones nórdicas fueron muy corruptas hasta los años sesenta al menos del siglo XIX, y eso que el proceso de valoración del mérito comenzó antes: en 1821 se empieza a exigir tener un titulo de derecho para entrar en la administración danesa. Por cierto que hasta 1870 los judíos no pudieron ser ni diputados ni funcionarios en Suecia. A mayores, en el Reino Unido la corrupción también se come en la práctica los dos primeros tercios del XIX.

Que luego nos pensamos que los protestantes llevan toda la vida siendo tan puros, tan listos y tal...

En EEUU el proceso llega más lejos y a un presidente como Garfield lo mata un tío que aspiraba a un cargo y todavía en 1887 los expertos lamentan el clientelismo instalado en la Administración... 

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