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14.4.22

Conversaciones y matices

La prensa en Semana Santa. Una entrevista con una escritora turca llamada Elif Shafak el otro día en el Mundo. Y esta brillante reflexión final: "Fue un gran error confiar demasiado en las tecnologías de la información. En realidad, la información no es conocimiento, no es sabiduría. Son cosas muy diferentes: demasiada información nos abruma y además sólo se consigue mucha desinformación. Entonces, ¿cómo obtenemos el verdadero conocimiento? Necesitamos libros, periodismo de investigación, no redes sociales. Pero también son necesarias conversaciones confeccionadas con matices, aunque parezca que no hay tiempo para eso. La sabiduría requiere inteligencia emocional".


Pues eso.

8.5.15

¿Quién era realmente Cervantes?

El hombre que hablaba difícil. El judío de Cervantes. Aquel que nació en 1549 y que, por lo tanto, difícilmente pudo ser bautizado dos años antes de nacer en Alcalá de Henares. Sin querer confundir posibilidad con probabilidad, que para eso he leído a Roland Fritze, les animo a que juzguen ustedes mismos, siguiendo este programa del Explorador de la Televisión Autonómica de Galicia. 

¿Quién fue realmente Cervantes? 


11.5.12

Leernos en otros


Escribimos para que nos lean. Claro. Hasta Montaigne lo hacía. Por eso, sentir de vez en cuando el aliento de los lectores reconforta de manera particular. Hablaba con Juan de la Cuesta, “impresor de halcón en puño”, senabrés de nación al que en esta vida todos llaman Lauru. Se nos fue la charla hablando de los artículos que escribimos, y de los proyectos que pergeñamos. Y me contó: en Mombuey te leen, Perdíu. Y tu artículo es de los primeros que buscan en el periódico. Y yo, que quizá sólo escribo, como Zambrano, para defender mi soledad, me sentí feliz. Uno escribe no sólo para defenderse, sino también para comunicar. Y para comunicarse. 

Aunque la clave, como en tantas otras ocasiones en las dos últimos años, me la tuvo que dar un poeta. Claro. Quién iba a ser si no. José Emilio Pacheco, un mejicano que ganó el Cervantes en 2009 y al que el jurado definió con acierto como un “un poeta excepcional de la vida cotidiana”.

Pacheco, digo, escribió una vez “No leemos a otros: nos leemos en ellos.  / Me parece un milagro […]”

Ahí queda eso, desocupado lector.

27.3.12

Sostiene la prensa...

Sostiene la prensa que murió Antonio Tabucchi. Si los libros nos acompañan y nos perfilan de manera generacional, su Pereira es la novela de los veintipocos, de acabar la carrera, la novela de empezar a vivir por cuenta propia. Esos libros que nos buscan. Un periodista gordo en un agosto caluroso y Lisboa resplandecía. La dignidad de la lucha contra la opresión. La tranquilidad de poder decir, años después, “yo no”. Darle sentido a una vida sobre el ejemplo ético hacia los demás.

Sostiene la prensa que Tabucchi escribió otros libros. Fueron menores, así que no se molesten. Su obra es Pereira, y Pereira será siempre Marcello Mastroiani y con ambos, con Pereira y con Mastroiani, estará tomando algo a estas horas, donde quiera que los tres estén.

Que la tierra te sea leve, a ti también, sostengo.

15.2.12

De Miguel Syjuco en la Biblioteca Nacional (y II)

Tomo la palabra. Lo felicito. Me da la sensación de que su novela, señor Syjuco, es más autobiográfica de lo que pensaba. Repaso con la mente retazos de la novela: todos tenemos una Madison con la que leíamos el periódico cada mañana y con la que hicimos miles de planes antes de verla marchar. Le pregunto por su identidad. ¿Dónde está la identidad filipina? ¿En qué consiste? Me relata el drama de la emigración como el elemento esencial de la identidad de los filipinos. Un filipino es alguien que emigra. Supongo. Son buenos trabajadores, gente abnegada; esa cultura del esfuerzo que ha levantado países donde sólo había barro. Y mierda. Algunas de las dudas que asaltan a los protagonista de la novela me asaltan a mí, que a los años que tengo aún no sé si soy senabrés, castellano, español, europeo o nada de lo anterior. Las dudas y también los temores. Y el rechazo: la exigencia de ser buen filipino, la imposición del tagalo. Acaba su reflexión con una sonrisa, la verdad es que no los sé, me dice; no sé qué es la identidad filipina. Casi once millones de filipinos viven fuera del país, de ellos más de medio millón lo hacen en España, prosigue. Muchos, la gran mayoría, no volverán nunca a su país. Pero la identidad, la conciencia de ser filipinos, no los abandonará nunca. Y probablemente, a sus hijos tampoco. Termina el acto, me acerco a saludarlo. Su español procede de unos meses en Barcelona, ya nadie en su familia lo domina.

Nos deseamos suerte.

En la vida.


PS: Porque el pasado te pesará mucho más a medida que tu futuro se reduzca. [...]. Es necesario que aprendas esta lección ahora que eres joven [...]. Y escribe para explicarte el mundo y explicárselo a los demás

Syjuco, Miguel: Ilustrado. Barcelona, Círculo de Lectores, 2011. Página 247.

20.12.11

Diez años ya...

La semana pasada cumplimos diez años sin Sebald. Otro que se marchó sin el Nobel. Fue un descubrimiento de hará ya unos seis u ocho años. Un descubrimiento a medias entre Jesús y mis añoradas amigas de Fronda. Descubrir una escritura concisa. Elegante. La fuerza de un adjetivo bien puesto. Y de fondo, unas reflexiones a las que nunca me había asomado: la aniquilación de Alemania al final de la guerra. Un título hermoso que vale por toda una vida: sobre la historia natural de la destrucción. Apenas un ensayo. Menos de doscientas páginas. Uno de los mejores libros que he leído en años. Sebald tuvo hace diez años un infarto mientras conducía y se mató al estrellarse. No era muy conocido en España, y de hecho los periódicos apenas hablaron de él, más allá de alguna honrosa excepción. He leído poco del resto de su obra, quizá porque, como me pasa con algunos autores, veo que escriben lo que yo hubiera escrito si hubiera sido un escritor de talento. Es lo que me pasó con Vértigo, que no pude terminar, hastiado de verme reflejado en la obra de otros. Pero sí que intuí que Sebald, como hacemos otros, escribía para defender una soledad muy concreta. La suya.

Diez años sin Sebald.

Que la tierra te sea leve, estés donde estés.

19.10.11

Nascer aquí (esta tarde Torga traspasa La Raya)

Un proyecto hermoso. Los escritores de La Raya. Los escritores del Duero. Para quien ande hoy por Zamora, en la Rei Afonso Henriques se inicia el ciclo O Douro nos Caminhos da Literatura, proyecto puesto en marcha para promover la divulgación de la vida y obra de varios escritores durienses y su relación con el paisaje natural y humano de la Región. Escritores minoritarios a este lado de la frontera. Escritores desconocidos para todos nosotros. Acaso sólo Miguel Torga tiene algún público, escaso, entre nosotros. Pero quién ha oído hablar aquí de João de Araújo Correia, de Trindade Coelho, de Domingos Monteiro, o de Aquilino Ribeiro.
El ciclo se abre con Torga, con quién si no. El hombre que venía aquí a obedecer órdenes. El hombre, me lo sugirió el nieto de Angelote, que se puso Miguel en homenaje a Unamuno y que se hartó de ver judíos durante sus años de médico al otro lado de la frontera. El hombre que nos explicó a todos la creación del mundo, una tarde luminosa de abril, y Vila Nova, también, resplandecía.

No se lo pierdan, si andan hoy por la ciudad del Romancero. Unos cuarenta y cinco minutos de documental. Entrada gratuita. A las 20.30 horas
Un aperitivo pinchando aquí.
De nada

PS: Miguel Torga escribió una vez: “Nascer e ficar aquí / Onde os pés sentem firmeza

8.10.10

Don Mario

Se rompió una tradición escandinava. La de no darle el Nobel a Vargas Llosa. Me alegro por él, tan peruano y tan universal. A Vargas Llosa llegué tarde; un autor iberoamericano que no es de izquierdas no podía tener buena prensa en España. Lo primero que leí de él fue La tía julia y el escribidor, hace muchos años, y más tarde la Conversación en la catedral, con zavalita preguntándose en qué momento se jodió el Perú. Luego lo he seguido más por sus apariciones públicas (¡qué buen presidente hubiera sido!) y por sus artículos de prensa, que por sus libros.

Posicionado con claridad en favor de la sociedad abierta, Vargas Llosa es la imagen de un clérigo que no traicionó sus ideales, por decirlo en palabras de Benda; un luchador por la libertad (ahí está la Fundación en la que colabora) que nunca se ha equivocado ni de enemigo ni de adversario. Un hombre que estuvo con Basta Ya cuando tantos y tantos miraban para otro lado. Uno de los que nunca caerá en la maldición que San Pablo deseaba para los que ven la injusticia y no se encienden ante ella.

Ya era hora, por fin, de que los académicos suecos premiaran a una figura como la suya, después de haber premiado a tanto payaso, a tanta medianía o a tantas figuras vacías pero políticamente correctas

Enhorabuena por lo tanto a todos los hablantes de la lengua castellana, homenajeada en la pluma del de Arequipa.

¡Enhorabuena Don Mario!


PS: "Este es un falso dilema. Se puede ser cosmopolita y a la vez localista, -como Dalí, que era profundamente ampurdanés-. Es más, creo que uno necesita enraizarse con su patria chica para navegar sensatamente en las aguas del “internet” cosmopolita. Provinciano es el que siendo de Madrid quiere parecer neoyorquino. Decía Oscar Wilde que nadie puede interesar a los demás si no es genuino" […].

Racionero, Luis: El progreso decadente. Repaso al siglo XX. Espasa, Madrid, 2000. Págs. 114-115