Defiende Fernando Savater en “Carne gobernada” que hay que: "Recordar el dictamen irrefutable de Pío Baroja: a cierta edad, ya no debe uno ir a ningún sitio del que no pueda volver andando."
10.9.24
5.9.24
La protección que se fue
Fernando Savater, reflexionando sobre el paso del tiempo y la muerte, en los últimos años, de las personas que estaban en su entorno: "Al final, ya nada nos defiende: echamos de menos a nuestros seres más queridos y admirados porque eran nuestros protectores, lo que se interponía entre nosotros y la muerte". En Carne gobernada.
3.9.24
La gente que muere
En Carne gobernada, sostiene Savater -cuando habla de la gente que va muriendo- mientras uno se va a haciendo mayor que "Al final, ya nada nos defiende: echamos de menos a nuestros seres más queridos y admirados porque eran nuestros protectores, lo que se interponía entre nosotros y la muerte".
10.1.23
La memoria
Tenía que llegar, y llegó. Rápido y en silencio. Sin dar problemas, como fue siempre en vida. Bueno hasta para irse. Qué lujo, y cómo recuerdo ahora lo de Savater: no es fácil sobreponerse a una infancia feliz...
Así que yo también, por amor a la memoria...
16.6.22
Masa y sociedad
Ya dije por ahí que rematé la autobiografía de Fernando Savater, su Mira por dónde. Esta reflexión de inicio, a vueltas con la diferencia entre masa y sociedad, en la lógica de Canetti: Cuando digo masa no me refiero a lo práctico inerte [... ], sino a la multitud unida por el deseo de escapar de los males individuales cometiendo atrocidades colectivas. Ningún individuo sabría ser tan cruel y tan imbécil por sí solo como llegue hacerlo cuando recibe la patente de corso de la enjambre."
El nacionalismo era eso.
26.5.22
Esa sensación, sobre los míos
Sostiene Savater en su autobiografía que Chateaubriand señala en sus memorias, cuando recuerda a su abuela y a algunas de las amigas que formaban tertulia con ella cuando él era un niño:
“Soy quizá el único hombre en el mundo que sabe que esas personas han existido”. Es una observación que me conmueve extrañamente. Cada uno de nosotros constituye el monumento viviente, el último enlace conmemorativo con lo humano de gente que morirá por segunda vez con nosotros, y cuyo rostro se extinguirá definitivamente cuando perdamos nuestro último aliento.
Yo pienso en las mis abuelas, en los mis abuelos, esa gente que morirá de nuevo con mí o cuando mueran los míos...
24.5.22
Savater, Bernanos y los imbéciles
Esta cita de Bernanos que refiere Savater en sus memorias: Nunca nos cansaremos de escandalizar a los imbéciles.
Qué gran verdad...
13.5.22
Aquella España
Si hay una España fascinante es la década de los sesenta. Se entró en ella con el Plan de Estabilización que quería sacar de la postguerra a un país pobre y se salió con un país moderno y lleno de turistas. Es una década en la que se mezcla un país que se iba con uno que llegaba. Lo veo en las memorias de Savater, su Mira por dónde. El perfil, por ejemplo de Leopoldo Eulogio Palacios, un hombre que parece lejano y desde luego no contemporáneo a otros como Alfredo Deaño o el propio Fernando Savater. Hubo muchos otros, desconocidos ya para el gran público, como Adolfo Muñoz Alonso -de Peñafiel-, Bartolomé Mostaza Rodríguez de Medio, que no supieron adaptarse al mundo que llegaba. Murieron sin entender que el mundo al que sirvieron se les había escurrido entre los dedos...
28.4.22
Savater: el padre y el paso del tiempo...
No llevo ni veinte páginas del Mira por dónde, las memorias de Savater -el otro día, con el rapaz en la biblioteca, caí- y ya rescato tres reflexiones maravillosas:
- Sobre las padres, para esta generación mía: porque amamos la nobleza de lo que no pudieron ser, tanto como apreciamos la hermosa dignidad de lo que fueron...
- También sobre los padres: Ahora, envejecido, me miro al espejo y descubro en mis rasgos ramalazos de semejanza con los de mi padre, al que siempre conocí muy mayor. Me enternecen y me perturban más de lo que podría expresar con palabras
- Sobre el paso del tiempo: Este libro no trata de mí, sino de lo que el tiempo ha hecho conmigo.
- Sobre su ciudad, aunque yo lo aplicaría también a la mi tierra: “Nunca saldré de esa prisión coqueta […] cuando la deje para siempre seguiré en ella, en los sueños del exilio o desde la muerte. ¡Cómo comprendo a los fantasmas obstinados, que arrastran siglo tras siglo sus sábanas raídas y sus cadenas herrumbrosas por las almenas del mismo castillo […]”
24.4.20
Contra los Jeremías
21.3.19
Savater, de fondo
25.11.17
Las propias fiebres
11.9.17
Cioran
15.3.16
Ciudadanía amenazada
17.1.16
¿Qué es la Igualdad?
24.12.15
Mantras electorales
16.12.15
Dudas senatoriales
20.11.15
La lucidez de Savater
11.11.15
Para bromas
31.7.15
Para este verano...
Una cita, casi al final: "La ciudadanía se complace en poner su dedo acusador sobre la clase política, pero quienes defraudan masivamente hacienda no son precisamente los políticos, sino amplias capas de la población [...] Savater suele decir que quien más se parece al político corrupto es el ciudadano que le vota"