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5.6.22

Líbano y sus miserias

Cerramos el fin de semana de lecturas del Instituto Español de Estudios Estretégicos.

Hubo elecciones hace unos días en el Líbano, un país cercano, querido y amigo. Poca repercusión en la prensa, pero sí en el IEEE. Este artículo de José María Ferré, antiguo embajador español allí, con varias ideas de interés del funcionamiento del sistema libanés, uno de los más comunitaristas del mundo, pese a que su sociedad es mucho más libre y plural en sus relaciones de lo que dice su sistema político:

- La mitad de los diputados han de ser cristianos (de entre siete comunidades) y la mitad musulmanes (entre cuatro comunidades).

- En el Líbano el censo electoral está ligado en general a dónde residía el abuelo paterno del votante.  

- El Estado se hizo débil para permitir la convivencia entre comunidades y para evitar hegemonías comunitarias

- La mitad de los diputados elegidos de La Revuelta son musulmanes pese al predominio cristiano en la misma. 

Un país sin futuro.

25.5.20

Civilizaciones al naufragio

Terminé El Naufragio de las civilizaciones, del gran Amin Maalouf. Llegué a él hace muchos años, en otra vida, toledana, de la mano de mi hermano Fuentes. Se trata de un ensayo que en sus partes más interesantes (3/4 partes del libro) analiza la fracasada relación del mundo árabe con la modernidad. Y ahí la tesis es muy buena:
  • Hay que recordar que el levante estuvo lleno de identidades multiétnicas hasta bien entrado el siglo XX. 
  • Hay que recordar que el Egipto pre-Nasser fue un país plural como nunca lo ha vuelto a ser. 
  • Hay que recordar que el marxismo fue una vía modernizadora del mundo árabe, de ahí la importancia de los partidos comunistas y sus derivadas en países como Afganistán, Yemen, Siria y muchos otros lugares. No hay más que recordar, en fin y hablando de modernización, las risas que se echaba el propio Nasser a cuenta de los hermanos musulmanes
  • Hay que recordar, nos señala el autor, que la derrota de 1967 de Egipto marcó el inicio del fin para el mundo árabe más o menos laico, un final sellado en 1979 con la llega de los clérigo al poder en Teherán.
Un buena reflexión sobre un mundo que se fue, el de un mundo árabe modernizado y sin los clérigos en el poder, un mundo que pudo haber evolucionado de otra manera pero al final se quedó en lo que pudo ser y no fue. Y es que, como señala al inicio el autor "Las luces del Levante se apagaron. Luego, las tinieblas se extendieron por el planeta". 

Esa sensación de haber nacido en un mundo que terminaba. Esa sensación. Esa.

19.2.19

Líbano

Un país maravilloso, al que volver en alguna ocasión. No se pierdan esta reflexión de Alcoverro sobre los setenta y cinco años del Líbano: el sueño francés de un país para los cristianos del próximo oriente.

8.11.13

Formas de ver los países

Nacemos, crecemos y morimos dentro de un perfil generacional. Eso nos acerca más que las identidades nacionales, o las religiosas. Somos gente que vio al mundo de una determinada manera. Usted por ejemplo, desocupado lector, más cercano a un Chino de hoy que a un sanabrés del XIX. 

Lo pensaba cuando paseaba por Beirut, hace unos años. Para los que nacimos en los setenta, la guerra era la del Líbano: la línea verde, los coches bomba, los francotiradores. No somos capaces de imaginar que aquel país hubiera sido, veinte años antes, la Suiza del próximo oriente. Me viene la reflexión por un artículo que sacó el que Confidencial y que me llegó a traves del Batera: el Afganistán de los años sesenta. Un país con carreteras, con mujeres ya no sin burka, ¡sin velo!, con universidades abiertas, con líneas aéreas, con turistas.... Un país al que destrozó la lógica de la guerra fría y, al fondo, el odio cainita del mundo rural al mundo urbano. El miedo a la libertad. El miedo a las mujeres libres...


PS: "Las tensiones entre la ciudad y el campo son tan antiguas como los primeros castros fortificados del Neolítico, muy anteriores a la aparición de la escritura. A través de la historia, los hombres de las ciudades y los de los campos circundantes han luchado entre sí con toda suerte de pretextos. En la España del siglo XIX, sobre la oposición arquetípica ciudad/campo se proyectó el conflicto armado entre los liberales y los partidarios de la vuelta al Antiguo Régimen. El Progreso contra la Tradición. Desde 1810 hasta el Sexenio Democrático, las ciudades españolas emergieron como islotes de constitucionalismo en un mar de contrarrevolución agraria"

Juaristi, Jon: Miguel de Unamuno. Taurus, Madrid, 2012. Página 25

26.7.12

Cuando todas las alternativas son las del diablo...


Un mundo complejo. Un mundo en el que las alternativas son, muchas veces, alternativas del diablo. En occidente ya no recordamos aquello porque la modernidad (ese mundo crepuscular que termina) nos igualó a todos, pero en el próximo oriente la mezcla de identidades sigue generando conflictos difíciles de digerir. No es bueno simplificar. No sabemos lo que pasará en Siria, y no sabemos lo que habrá después de la caída de los Assad. Hay una minoría alauita, concentrada en el oeste del país, una mayoría suní, y varias minorías, cristianas, drusas o chiitas. Mantener el equilibrio en Estados con varias identidades religiosas, étnicas o nacionales es como construir un castillo con naipes: se puede venir abajo en cualquier momento. Y no sólo Siria. También, el Líbano, el ejemplo de que se puede conseguir con paciencia y de lo que se puede desmontar en pocos días. Para los seguidores de Hariri, un suní asesinado por la larga mano siria, es demasiado tentador no apoyar a la insurgencia del país vecino. El problema es si el contagio atrapa también al viejo país del Cedro. Espero que no.

PS: una alternativa interesante, pasando por la creación de un nuevo Estado, en esta bitácora, que me llega en directo de mis caros corresponsales en la zona.

23.3.12

Volver a los orígenes

Acabé los Orígenes, de Maaolouf. Es la segunda vez en pocos meses que leo un libro que debería de haber escrito yo; ya me pasó con el libro de Uribe. Yo sólo tengo veneración por lo escrito, dice el autor al inicio. Cada familia tiene una historia. Todas, no sólo las ricas o las socialmente importantes. Hay que preguntar. Y para preguntar hay que tener cierta curiosidad intelectual. Cuando a uno le amueblan la mente sobre la base de cuadrículas, es posible que nunca sepa la cantidad de cosas que no ha llegado siquiera a vislumbrar. El proceso siempre es el mismo. Hay un origen mítico en nuestra vida. Un origen que intuimos de niños, a la luz de las brasas. Algunos lo olvidan para siempre. En otros, el origen permanece como una señal a la que volver. Una señal sobre la que interrogarse. Quiénes fueron mis padres. Aún más, quienes fueron mis abuelos. Y mis bisabuelos. De dónde llegaron, por qué se fueron. Cómo he llegado a ser. El proceso yo lo inicié hace años. Era un agosto tranquilo y Manoluá, nuestro franco más querido, me fue haciendo de cicerone por aquel viaje al pasado. Empecé por la Sanabria que luego Lauru me descubrió zanquilla. Y seguí por La Casa del Barrio. Entre medias, un viaje a la Argentina, otro a Huelva, con un jamón al hombro, un viaje del campo a la ciudad y una historia de maltratos. Historias alegres, trágicas, historias que son como la vida: complejas y enrevesadas.

El viaje no ha terminado, pero ya siento que me conozco algo mejor. O al menos algo más.

Un viaje.


PS: Joseph Pérez escribió en su libro “Los judíos en España”: "Los judíos solían llamar kahal a los barrios en los que vivían, y esta sería la etimología de la palabra catalana call, versión latina del original hebreo que encontramos más tarde en el castellano calle".

9.3.12

Libros emboscados

Libros que nos esperan. Emboscados. Los Orígenes, de Maalouf. Una narración sencilla que, como en un relato de Borges, nos lleva por vidas que ya no existen. Por mundos que un día fueron y de los que ya no queda memoria. Y me doy cuenta de que su búsqueda es un viaje iniciático parecido al que yo empecé hace años, de la mano de Manolo Juanino, nuestro franco más querido, un viaje que tuvo escalas en los registros civiles de Robleda y de Cobreros, aquellos septiembre de finales de siglo; un viaje que continuó por las parroquias mientras el Pater, el auténtico Pater, intentaba convencerme de que fuera a misa a escucharlo: prefiero pasear contigo, le decía yo como respuesta, así podemos hablar, que si estás predicando no te puedo contestar. Un viaje que me llevó a descubrir viajes imposibles a la Argentina, llegadas a la Sanabria desde Asturias, malostratos, cazadores y suicidios, y que, a la vez, me llevó a darme de bruces con una casa de leyenda, La Casa del Barrio, el solar del que procedo, aunque sólo sea desde los últimos ciento cincuenta años...

Un poeta palestino Mahmud Darwix hubiera dicho... “escribo para restituir lo perdido a base de nombrarlo". Y creo que esa es la historia de esta bitácora, pero no sólo con el pasado. Escribo para restituir lo perdido a base de nombrarlo. Lo perdido entonces y lo perdido ahora. Porque también nos vale para el presente. También para estos años que comenzaron cuando, en un autobús de camino a la ciudad del romancero, compartí una cierta teoría de la amistad.

Vivimos muchas vidas mientras estamos deambulando por este solitario planeta llamado tierra. Pero todas estas vidas tienen un comienzo. Y un final. Siempre. Incluso aunque en alguna de ellas haya llegado a producirse algún milagro inútil...

12.12.11

Un par de libros

Libros. Aprovechando que el amigo Moretón leía en Altaïr, me hice el otro día tanto con el Portugal, de Torga, como con los Orígenes, de Maalouf. Para leer a Torga no necesito muchas excusas, la verdad; es siempre un placer, y desde que Lauru me contó su visita a Rihonor, más aún. Un tramontano al que no le dio tiempo a ganar el Premio Nobel. El libro es un conjunto de descripciones sobre su país, vista desde los ojos de alguien que supo que, si era algo, era rayano. El placer de pasear con calma por ese país cercano y a la vez tan lejano, apoyado en el hombro del médico de Tras os Montes. Ya le iré contando, descupado lector.

El de Orígenes, de Maalouf, es una recomendación directa de Maic, una noche algo alcoholizados en Beirut este. Un viaje a la memoria, buscando conocer los orígenes de su familia, reconstruyendo con la paciencia de un entomólogo las vidas y las muertes de los que le precedieron y le hicieron, en gran parte, ser como es. El libro que nunca escribiré ya lo escribió Maalouf al otro lado del mediterráneo. Así que tengo la obligación de leerlo.

16.10.11

Rock the Casbah en Ermeil

Llegamos, cansados, de Baalbek. A la vuelta intentamos ver Ksara, una bodega. El vino fenicio fue mítico en la antigüedad, pero ha quedado reducido a casi nada. No lo logramos. El horario es europeo y aquí cierra todo pronto. Beirut es quizá la ciudad con más ambiente nocturno de la región. Una ducha y a pasear la ciudad. Una ciudad que sigue divida con aquella línea verde de la guerra. Aquella línea con la que la gente de mi generación empezó a conocer esta parte del mundo: A un lado, el legendario Beirut oeste, el Beirut sartaldea de Kortatu. Hamra. El terror musulmán. El oriente. Al este, la Falange. El terror cristiano. Paseando por el barrio, al final entramos a cenar en Couqley, un elegante restaurante francés ubicado en Beirut este. El Líbano existe por Francia, igual que Portugal existe por Inglaterra. El sueño cruzado de asegurar un lugar para los cristianos cerca de tierra santa. La élite es francófona, y esto genera problemas a la hora de normalizar la convivencia, porque la élite musulmana, para marcar distancias, es angloparlante. Su único idioma común es el árabe, lo que genera diglosia, a lo que se suma el que el árabe sea un idioma complejo: no se habla como se escribe y la unidad de la lengua está perdida. Alguien lo comenta con pena y yo no puedo dejar de pensar que me da igual. Las lenguas son herramientas que evolucionan: nosotros también hablamos un latín corrupto y no ha pasado nada por ello. No le debemos nada a la lengua en la que hablamos, como no le debemos nada al aire que respiramos. Couqley es un restaurante recoleto y tranquilo ubicado en Gemmayze. Probamos al final vino local. Poca cosa. Al acabar, nos vamos a tomar una copa a una terraza, sin salir de Ermeil. Todo un golpe de Estado, mirando la autopista e intuyendo al fondo el mar. No suena el Rock The Casbah de los Clash pero el ambiente lo pide a gritos. Poco a poco, se nos va la hora entre gintonics mientras hacemos los planes para mañana domingo. El pegajoso calor de las ciudades del mediterráneo.

Yo siempre fui un hombre de tierra adentro.

PS: “Al contemplarlo desde la perspectiva del siglo XXI, vemos el judaísmo como la religión más conservadora. Pero en sus orígenes fue la más revolucionaria. El monoteísmo ético inició el proceso en virtud del cual se llegó a la destrucción de la cosmovisión de la Antigüedad”.
Johnson, Paul: La historia de los judíos. Vergara, Barcelona, 2004. Página 56.

22.11.10

Teatro, esta vez fallido

Volvimos al teatro, a ver la vuelta de Mouawad a los escenarios de la Villa. Littoral. En parte, las mismas obsesiones que en Incendies. En parte el mismo fondo: una sociedad en conflicto. Individuos solos. Pasados misteriosos. En parte, es otra obra, más clásica. Está Edipo, que no conoció a su padre. Está Hamlet, que quiere vengarlo (y ese ¿ser o no ser, de fiar?). Está, en fin, el idiota de Dostoyevski (esa obra menor que fascina a tantos snobs). Y también Antígona, claro. Siempre Antígona. Y está incluso Pedro Páramo. La vuelta a Comala.

Pero a la obra le falla algo. Está muy por debajo de Incendies. Es demasiado larga, pero no sólo eso (pienso seguir acentuando hasta que me muera). El autor entra en un bucle. Y no sabe salir de ahí. Y el espectador, al menos yo, se evade de la obra. Y mira el reloj. Mala señal. Buen argumento, buena historia, pero con casi una hora de más. La cólera del español sentado, que tanto temía Lope de Vega.

En cualquier caso, un país en guerra. Recuerdo una frase. Andaban mediados los noventa y todos, yo al menos, éramos más bobos. Como seríamos que había hasta un demócrata en la Casa Blanca. Un día hablábamos de la revolución, de la contracultura y de todas esas idioteces. Estaba puesto Kortatu. Fue su último disco. Sonaba Ehun Ginen. Homenaje al Rock the Casbbah. La voz melancólica: “Beirut sartaldea, / uraren ordez hautsa” Alguien, muy serio, me miró y me lo dijo: “La ausencia del poder público no es buena en ningún caso. ¿Conoces a alguien que quiera irse a vivir ahora al Líbano?”. Era verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada. Y aquella persona tenía razón. Y a mí se me empezaban a ir las bobadas políticas de la cabeza...


PS: Uno deja de tener cuarto de baño, cama limpia, agua corriente, y qué pronto se degrada. Muy pronto y a la vez muy poco a poco. El cerco se hace más oscuro en el cuello de la camisa, aunque lo frote en algún lavabo; los zapatos se hinchan […]

Muñoz Molina, A: La noche de los tiempos. Círculo de lectores, Barcelona, 2010. Pág. 77


PD: treinta y cinco años de reinado. Juan carlos el breve, le llaman los rojos. Enhorabuena, majestad.