9.10.05

Magnífica columna en el ABC cultural de ayer.

No me resisto a reproducir aquí por entero la columna de Ignacio Ruiz en el Cultural de ayer en el ABC:

LEMURES
El presidente español fue al tótem de la Onu y dijo: «España está abierta a que Estados Unidos aporte ideas a la Alianza de Civilizaciones; sería de gran interés.»Las siete primeras universidades del mundo son americanas. La primera universidad española es la Autónoma, que ocupa el puesto centésimo quincuagésimo noveno, según el Times de Londres, y según la Universidad Jiao Tong de Shanghai, el puesto centésimo septuagésimo. Esto hace que el presidente español en la Onu nos recuerde a aquel pequeño portugués, de aspecto muy insignificante, que, sombrero en mano, se adelantó hacia el gran duque de Alba, que había ordenado a sus tropas descanso delante de un puente el día de la invasión de Portugal, y le dio a entender cortésmente que por él no se detuvieran:?Passai, passai, que nâo vos farei mal.Este gesto, serio y sincero, fascinaba al conde de Keyserling, porque servía para expresar el orgullo del... enano. ¿Cuántos plumíferos, aun de los licenciados en la Complutense, se han privado de calificar de analfabeto a Bush, graduado en Yale y licenciado en Harvard? Su idea, ya lo sabemos, era, por contraste, calificar de culto a Kerry, que luego ha resultado ser el tonto, a la vista de sus notas en Yale, descubiertas por el Boston Globe.Escandaliza a Steiner que casi el ochenta por ciento de los europeos que hacen el doctorado en América no regresen: «No tenemos nada que ofrecerles». Cuando el presidente español recibió a Stephen Hawking, confundiéndolo seguramente con Ramón Sampedro, le dijo que el problema secular de la ciencia española era la Iglesia. Al paso, nuestros periódicos acostumbran recoger en titulares de portada las opiniones jurídicas sobre la Constitución de un político de progreso que no pudo pasar de primero de Derecho en... Santiago. ¿Y no será que el profesorado está dividido en dos grupos, como el funcionariado de Fernández Flórez: uno, muy pequeño, que se dedicaba a escribir en los periódicos sin aparecer nunca por la oficina, y otro, muy numeroso, que iba a la oficina a leer lo que los primeros escribían en los periódicos??¡Si tuviéramos universidades en lugar de «mediaversidades» del multiculturalismo...! ?suspira Harold Bloom.Bloom llama lémures a los miembros de la por él denominada Escuela del Resentimiento, que se comportan igual que esos roedores: cuando uno se lanza por un precipicio, todos lo siguen. España es un país de lémures marchando francamente, y el presidente el primero, por la senda... constitucional. Ignacio Ruiz Fontano

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