24.4.06

El presidente

Resulta francamente molesto el tono con el que el presidente del gobierno habla de los que no le hemos votado. La última genialidad de este genio de la política moderna, ejemplo clarividente de político de la postmodernidad, es la colección de naderías que soltó ayer ante los fieles en Vistalegre. Da pereza comentar sus declaraciones, la verdad. Tras el rollo de condenar "cualquier manifestación de violencia", como si fueran lo mismo la violencia legítima que ejerce el Estado que la de una organización terrorista, en la mejor línea de Pérez Esquivel y demás pastores, sale con aquello de "No devolverán la estatua de Franco a su pedestal". La frase denota bien tanto su estulticia como su maldad. Es como si Aznar hubiera salido diciendo, cuando era presidente, algo así como "los rojos no volverán a quemar iglesias".

Este hombre debe pensar que los que no votamos a la izquierda estamos deseando volver a poner la estatua del general Franco en su pedestal de San Juan de la Cruz. Ya le gustaría a él que así fuera. Pero lo siento presidente, no nos importa ese tema, y estamos bastante hartos de su obsesión por el pasado. A mí, sinceramente, me preocupan más otras cosas. Me preocupa por ejemplo que un cargo público brinde con funcionarios por la República (si hubiera el equivalente a una Ley como la de Defensa de la República, aprobada por Azaña, la hubieran podido meter en la cárcel sólo por eso); me preocupa la creciente inseguridad ciudadana, me preocupa nuestra falta de política energética; en fin, me preocupa que la política laboral en España la dirija alguien que en su vida ha trabajado por cuenta ajena y que lleva desde los 25 años viviendo de y como un diputado.

En fin, no sé si todo esto me convierte en un revisionista o en un fascista lamentable.
Pudiera ser.

Me decía Jimena un día. ¿Qué es un fascista? El que lleva la contraria en una disución a un socialista.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es profesor de drecho constitucional.

El Perdíu dijo...

Puntualicemos, es profesor asociado de derecho constitucional en León. Se sacó la plaza de asociado cuando ya era diputado en Madrid. No ha dado clase en su vida. Y me gustaría saber cómo obtuvo la plaza...

Anónimo dijo...

Y siendo eso mal currículum, es peor saber que nunca ha mandado en ningún sitio, ni alcalde, ni presidente de CC.AA., ni ministerio alguno.

Si uno fuera a buscar curro con semejante currículum en experiencia laboral, no pasa ni la primera criba. Pero en el curioso mundo de la política se puede pasar de la nada a Presidente.

Anónimo dijo...

¿Lo dices por Zaplana?

Anónimo dijo...

Y por tantos otros también. El político-sin-experiencia-y-desconectado-del-mundo-real es muy frecuente para nuestra desgracia.