17.7.07

Literatura rusa

Déjenme que les confiese un secreto. Una de mis mayores carencias en lo que a la literatura occidental se refiere está relacionada con la literatura rusa. Más allá de alguna cosilla de Dostoyevski y de alguna que otra obra dramática de Chejov, la literatura rusa constituye un absoluto arcano para mí. Así, lo que he leído de rusos está más relacionado con la política (principiado por el magnífico Archipiélago Gulag, de Solzhenistyn y siguiendo por El Vértigo, de Eugenia Ginzburg) que con esos autores a los que todo el mundo, en alguna etapa de su vida, te acaba recomendando cuando entra en la fase “chico-no-sabes-lo-que-te-pierdes-por-no-leer-a-Tolstoi”

Hace poco compré La maleta, del escritor ruso Sergei Dovlátov. Se trata de un autor que nació en San Petersburgo, y se exilió con los años a los Estados Unidos, país en el que murió antes de haber cumplido los cincuenta años. La historia que narra el libro es sencilla en apariencia: al abandonar la Unión Soviética, cada persona sólo podía llevarse consigo una maleta. Con esta excusa, el autor recrea la forma en la que llegaron a su vida los objetos que entraron en la suya (unos guantes, unos calcetines, un traje…). El conjunto es un fresco, desolador, de la vida en la Unión Soviética: alcoholismo crónico, robo a gran escala, desesperanza en las relaciones de pareja, la mentira como forma de vida, pobreza en grado sumo…

Pero en la obra late algo más. Y es que el autor deja traslucir un cierto humor negro en cada una de sus historias: cómo robar un tractor usando como coartada una hormigonera; cómo robar juguetes infantiles a través de un túnel, cómo conseguir que la empresa te regale un traje…

El resultado es un conjunto de relatos que se lee con interés, alternando la pena con la sonrisa casi sin solución de continuidad. Recomendable.

PS: empiezo Sábado, regalo de Jimena, de Ian McEwan.

PD: Me debo de estar haciendo muy mayor. Fíjense que me siento parcialmente identificado con lo que escribe el presidente del partido que fundó Sabino Arana. La virgen.

5 comentarios:

Huber dijo...

Te recomiendo "El maestro y Margarita" de Mikhail Bulgakov

http://www.vanhellemont.net/margarita/en/index.htm

Anónimo dijo...

Mira que eres pesao con los libros. ¿No ves qué es un tema que no interesa?

Anónimo dijo...

Estimado Perdíu,

sería magnifico que leyera Los Demonios, de Dostoievski. Entendería mejor todo ese tema que tanto le interesa (bolchevismo, stalinismo, comunismo y otros, todo lo que tenga que ver con lo que vino después) y que, en realidad, no se explica mejor en ningún sitio.

Por otro lado, de leer Los Hermanos Karamazov sacará también un conocimiento nuevo e inmenso de la naturaleza humana. Y de leer Ana Karenina, un placer especial.

Con una mirada simple y contemporánea, habrá quien le diga que El Idiota es un folletín de poco contenido. Sin embargo, a los rusos hay que leerlos sin perder nunca de vista cuándo y quién losescribió.

Deje, por fin, que le recomiende también a Turgeniev, más Chejov, tal vez al Gogol de las Almas Muertas (con paciencia; Chichikov ha sido comparado a su querido Don Quijote).

Aún así, puede que nunca llegue sobrecogerse con la angustia de Iván Karamazov, pero no habrá dejado de intentarlo.

Un saludo y feliz lectura.

Anónimo dijo...

No haga caso sr. Perdíu, a mí me gustan los comentarios sobre libros. No tengo tanto tiempo como quisiera para leer, pero he leído con agrado alguna de sus recomendaciones.

Anónimo dijo...

Y digo, ya finalmente, que si no se atreve con la estepa empiece con Camus y Los Posesos. Se irá acercando...