22.7.08

Cae, cae, cae...

Cae el Comando Vizcaya. Magnífica noticia. Enhorabuena a las fuerzas de seguridad y enhorabuena al gobierno, que es quien las dirige.
Cae
Karadzic, un repugnante nacionalista étnico. No más que otros que nunca se sentarán en ningún banquillo. El sueño de las patrias produce habitualmente desolación. Que pague por sus múltiples crímenes.
Cae una
condena a España, por el juicio a Gómez de Liaño. Busquen en los medios prisaicos, a ver si la encuentran.
Cae una
condena a España por actuar de modo ilegal durante la OPA a Endesa. Se ve que esta forma de proceder formaba parte del viaje al corazón d´uropa que proponía el gobierno.
El mismo ministro que decía hace apenas unos meses que es “
terriblemente exagerado hablar de crisis”, ahora no le preocupa que ya hayamos entrado en déficit. ¿No habíamos quedado que no merecíamos un gobierno que mintiera?
Cae en la desvergüenza el gobierno al ¿celebrar? Los cien primeros días de esta legislatura imposible. Fíjense si será patético que hasta el diario amigo del presidente, el que llevaba Sonsoles cuando la conoció, lo pone como chupa de dómine en su editorial de hoy.

PS: no había reparado en él,
pero tenemos también otro bodrio estatutario, cocinado esta vez por el pepé. Mucho pueblo, mucha nacionalidad, mucho derecho redundante y poco individuo y poca libertad. Y todavía hay getas que hablan del sistema neoliberal.

PD: una tele
diferente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Al final el Pp, se nos va por los acantilados de las nacioanlidades, y dale!!
Joder con los derechos de las naciones a ser libres, mecagüentodo!! que son los ciudadanos los que tienen derecho a elegir y ser libres, pollas!!!
Mira Marianín, lárgate a tu p. casa, que en las próximas te va a votar tu prima la del corral.

Anónimo dijo...

Prevaricó; claro que sí




EL PAÍS - Opinión - 24-07-2008
Javier Gómez de Liaño, siendo juez de la Audiencia Nacional, prevaricó. Hizo exactamente lo que la justicia española dice que hizo: tomar resoluciones injustas a sabiendas, el delito más grave que puede cometer un magistrado como tal. Y por ello fue condenado con la pérdida definitiva de su condición de juez, aunque José María Aznar tuvo buen cuidado después de pagarle los servicios prestados indultándole y reincorporándole en la carrera. La sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo conocida anteayer no cambia un milímetro ni los hechos, ni su consideración.

Recordemos los hechos: Liaño procesó a Jesús de Polanco y a Juan Luis Cebrián, respectivamente presidente y consejero delegado de PRISA, editora del EL PAÍS -a los que además intentó encarcelar e impidió que viajaran fuera de España-, así como al entero Consejo de Administración de Sogecable, por un presunto delito de una imaginaria apropiación indebida en la que no había ni siquiera damnificados. Dictó hasta siete resoluciones que fueron luego revocadas todas ellas por la instancia judicial superior con el único objetivo de echar una mano al Gobierno de Aznar en su acoso al Grupo PRISA.

En Estrasburgo no ha sido absuelto ahora; ni se le ha anulado la sentencia del Tribunal Supremo español que le condenó; ni tampoco la del Constitucional que rechazó su recurso de amparo. Lo único que afirma la sentencia es que los jueces que le juzgaron habían participado en algunas resoluciones durante la instrucción, por lo que carecían de la suficiente apariencia de imparcialidad. Es un defecto técnico en el que España ha incurrido en otras ocasiones (hay más sentencias en ese sentido del Tribunal de Estrasburgo), debido en parte a la estructura del sistema judicial español. Los 5.000 euros de multa al Estado español (él pedía 300.000) no cambian el fondo de la sentencia original: Liaño fue un juez delincuente.

Anónimo dijo...

Liaño no prevaricó