16.3.09

Diga treinta y cinco

Cayeron los treinta y cinco, y no vinieron solos. Aunque no trajeron un pan bajo el brazo, esta vez dejaron:

 

- La camiseta oficial de ese equipillo de segundo nivel llamado Real Madrid.

- Un pantalón de deporte con bolsillo, para no pedir “bola” cada vez que voy a sacar al pádel.

- Una camiseta blanca para hacer deporte.

- Un vaso marca Duff de la taberna de Moe.

- Un contador de golpes de golf.

- Un set de vino para viaje.

- La misa en si menor de J. S. Bach.

- Gudari Gálvez, de Jorge Martínez  Reverte.

- Hojas de  hierba, de Walt Whitman, en edición bilingüe.

- Vidas paralelas, de Javier Mina

- Como sobrevivir intelectualmente al siglo XXI, de Castellani.

- Estado y territorio en España, 1820-1930, publicado por los libros de la catarata.

- Dos camisas

- La serie Roma, completa, en deuvedé.

- Un par de portatrajes de Adolfo Domínguez.

- La revolución rusa; la tragedia de un pueblo (1891-1924), de Orlando Figes.

- Una visita, sorpresa, el domingo 19 de abril, aún no sé bien a dónde.

- Miembro, en fin, durante un año, de la Fundación de Amigos del Museo del Prado.

 

PD: "El hombre público que hay en mí es inquebrantable, el hombre privado está a merced de cualquiera que quiera hacerlo suyo, y para evitar un fastidio de una hora me haría esclavo durante un siglo".

Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros I-XII). Tomo I. Página 363.

 

PS: todo el día en Canarias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anda que te quejarás, amigo perdiu. En mi caso soy yo el que tiene que invitar a comer a mis amigos. Y casi siempre, dada mi situación, fuera de España con amigos distintos.

Pues eso, que herzlichen Glückwunsch und alles Gute zum Geburtstag!