14.4.10

Ética por los suelos

Es triste, pero es lo que hay. Tenemos una ciudadanía idiotizada, como corresponde a un país ya posmoderno. A ver si algún día tengo un rato y reflexiono delante del portátil sobre ello, desocupado lector. Alguien puso a Matas ahí, pero nadie asume la responsabilidad; como alquien puso a Tamayo y tampoco asumió su responsabilidad. No pasa nada. Los electores, fieles a lo suyo.

Ahora llega el turno de la izquierda guerracivilista que padecemos, como una plaga, en este país. No sólo tenemos la izquierda más analfabeta de Europa, sino también la más sectaria. Ahora resulta que en España hay algo que estos mierdas llaman fascismo sólo porque alguien intenta aplicar la ley. Su gente es intocable. La voluntad de la historia por encima del derecho. Todo esto nos suena demasiado. Banderas preconstitucionales. La obsesión por el pasado. No sé si Garzón es culpable o no, pero el auto del juez no me parece un disparate. Que lo juzguen y, si es inocente que lo absuelvan, y si es culpable, que lo condenen. Nada más, y tampoco nada menos. Pero la izquierda esto no lo acepta. Es uno de los suyos. Y para ellos el Estado de Derecho nunca ha significado gran cosa. Son lo que son, y se les ve el pelo de la dehesa en cuanto se ven un poco sueltos. Menudos gañanes, callados contra el dictador y rebeldes cuando lleva treinta y cinco años muerto. Bienvenidos a la ética socialdemócrata.

En fin, y como Bono es amigo de Pedro Jota, pues ahí no pasa nada y a este no me lo toquéis que no es un corrupto. Qué patético.Como si los lectores de El Mundo fuéramos subnormales.

Qué país, por dios. Años luchando contra la excepcionalidad de lo español y a veces uno mira el periódico y es para echarse a llorar.

A ver si algún día tenemos, por fin, una izquierda europea y la gente como Rudols, Antuan u Osquitar son mayoría entre su grey. Una izquierda demócrata. ¿es mucho pedir?

PS: [A finales de los años setenta] en Padua, los izquierdistas habían logrado que existiera la Universidad de sus sueños. Los “profesores antiproletarios”, muchos de ellos comunistas o socialistas fueron físicamente atacados, y dos en concreto se llevaron una tremenda paliza por negarse a dar un aprobado automático. Incluso los profesores que tenían un impecable origen de clase obrera fueron acusados de cultivar “tendencias aburguesadas” y recibieron por teléfono amenazas de muerte […].

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Pág. 285.

2 comentarios:

Butzer dijo...

A veces pienso que haría falta mucha pedagogía democrática en este país. La pregunta es que quién la haría... Aunque creo en parte que los blogs ayudan.

miguel dijo...

Estimado escribiente bienvenido al mundo de los medios. Un mundo hecho a medida de dos cosas del público que lee o escucha o ve ese medio y a medida del ego que quien lo dirige y quien lo paga. A veces esto es malo pero si el ego de mujer que llevaba las riendas del Wasintong Post no se hubiera decidido, nunca hubieramos sabido que Nixon era en fin un poco a su manera.
That is life. Para mi gusto todos los culpables son culpables y no, no lo siento ni por la derecha ni por la izquierda.
Saludo y hasta la próxima