10.5.10

Mi primo Pau

Tengo un primo. Digamos que se llama Pau. Va a cumplir 18 años. No quiere estudiar. No sabe qué hacer con su vida. No es mal tipo, pero está muy perdido. Como hemos vivido siempre lejos, no sé mucho de él, ni me conoce demasiado. Pero quiero mucho a su padre, mi tío, y siempre intento ayudarle.

Ayer, volviendo de la Sanabria, estuve casi una hora hablando con él. Me desaté. No le grité porque nunca grito a nadie, en general, pero le dije lo que pensaba: joder, estás tirando tu vida por la borda, no sabes la de gente igual que tú que sobra en el mercado, gente que no sabe hacer nada, que cree que 600 euros es un sueldo majo porque viven con sus padres, que piensa que los recibos se pagan solos, que el agua y la comida no valen dinero. Toma las riendas de tu vida, coño, y fórmate, ahora que puedes. La única división real en la vida es entre la gente que sabe y la gente que no tiene ni idea. La gente que está formada y la que no. No, no se trata de ir a la universidad, se trata de ser bueno en lo que haces. ¿Electricidad? Bien, joder, pues hazte un grado medio o superior y sé muy bueno, aprende todo lo que debas aprender y sé el mejor de clase. No te faltará curro, pero joder, despierta y no estropees ahora el resto de tu vida.

Yo creo que mi primo, digamos Pau, se asustó: “joder el listillo este qué coño dice”. En fin, espero que le haya servido de algo. Me irrita porque en el fondo, supongo, me recuerda a mí con trece años. Alobado, pasando por la vida como las vacas cuando miran al tren, de cabeza al taxi de mi padre. Siete suspensos en séptimo de egebé. Menos mal que cambié. No sé bien porqué.

PS: Road to Toledo

3 comentarios:

Butzer dijo...

Buen consejo le diste a tu primo. Ya quisiera más de uno haberlo recibido.

bambi dijo...

Cambiaste porque alguien hizo más que echarte un sermón y se ocupó de enderezarte: tus padres.

El probelma que tiene tu primo es que el niño con 18 años ya no se va a dejar enderezar, tenían que haberlo previsto antes.

Lo mismo le ha pasado a mi primo S. ya sabes el de Barcelona, dos hijos: uno hace telecos, el otro parece que por fín va a cuidar las barcas de los turistas en verano porque no ha querido estudiar ni hacer nada de nada...

rebolloa dijo...

A mi me pasó lo mismo pero con 19, después de haber repetido segundo por vago, y tercero por trasnochador (fui invitado a irme del colegio interno porque no se podía salir por la noche, y yo me escapé por una ventana)... Curiosamente fue una charla como la tuya, que me dió mi primo Luis Manuel, que hizo que me comenzara a plantear las cosas. Porque mis padres hicieron, han hecho, y siguen haciendo lo que pueden por ayudarme. Pero hay veces que nos cruzamos, y nos da igual lo que nos digan...
Ahora miro por el espejo retrovisar y digo: "Joder como ha cambiado el cuento"...