Una fantástica reflexión la de Víctor Lapuente el otro día en El País sobre Grecia y sobre la dificultad, ya no digo de discutir, sino de argumentar, cuando uno está en un momento Dédalo y el resto está en modo Icaro, lleno de ensoñaciones y de grandes adjetivos, todos con mayúscula: Dignidad, Humillación, Neoliberalismo...
No se lo pierda, desocupado lector.
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