22.6.22

A vueltas con la conciencia

El maestro Espada, el otro día en El Mundo, a vueltas con la conciencia: "En algún momento de la evolución, el animal que desaparecía bajo la más absoluta indiferencia cósmica, incluida la de sí mismo, aisló la agonía y empezó a saberse. Es difícil separar el fenómeno de dos causas posibles: el aliento de dios o el incremento de la complejidad neuronal."

Quizá nunca sepamos lo que fue, aunque ya nos barruntamos la respuesta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entre el hombre y, digamos, el chimpancé, hay un salto cualitativo tan abrumador que algo meramente cuantitativo (mayor complejidad neuronal) no alcanza a explicar.

El mono no tiene poca, sino ninguna literatura. No hay graduación alguna.