Dice el maestro Espada que lo que ha matado a los periódicos no ha sido Internet, sino las buenas noticas. Este final de su párrafo de hoy: "Mi hipótesis sobre tal crecimiento del pronóstico es que la vida ha mejorado mucho. Los periódicos no pueden dar fe de este benigno otoño del presente sin aludir al invierno próximo del descontento [...]. Está en su naturaleza. Su profunda crisis no la ha provocado internet, sino las buenas noticias. Hay que refregarles este sol de York por la cara, porque el truco de su malignidad ontológica es evidente: en cuanto se dice que algo va a pasar ya pasa."
¿Está claro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario