19.6.08

El primer día, dos años después

Dos años se cumplen hoy. Dos años de aquello de que si no è vero, è ben trovato. Tras un entorno libertario, un entorno verdadero. Rodeado no sólo de gente buena, sino también de buena gente. Ha pasado el tiempo. Y otra vez se abren nuevos horizontes en lontananza. Dos años intensos. El Perdíu ha aprendido. Y mucho. Y eso no se paga en la nómina. Entramos siete. Sólo quedo yo. Uno se hace mayor, es cierto. Sensaciones y percepciones cambiantes. A veces, he podido escribir con Azorín aquello de “Señor, dame un momento de reposo, tengo en mi espíritu un profundo cansancio”. Otras, en cambio, he recitado con el guipuzcoano Gabriel Celaya aquello de “Hoy me siento tan cargado de secretos no explotados / que domino el porvenir”.
Dos años aquí, en suma. Recuerdo que, el segundo día, al presentarme a un compañero, confundieron politólogo con ornitólogo.
Dos años.
¿Será cierto que en el ámbito laboral hay épocas vitales en la que los proyectos duran entre dos y cuatro años?
En cualquier caso, sólo es trabajo.

PS: "Mi propósito aquí no es defender a Weber […]. Mi tarea es mucho más limitada […]. Mi tesis consiste en que el conjunto de actitudes identificado por Weber, cualesquiera que sean sus orígenes, teológicos o de otro tipio, ha sido, es y puede ser importante, generando y manteniendo el progreso económico. Una sociedad cuyos miembros comparten las virtudes puritanas, cualquiera que sea el origen y por el motivo que sea, tendrá económicamente más éxito que una sociedad en la que esas virtudes brillen por su ausencia o estén menos ampliamente compartidas".
Buchanan, James M.: Ética y progreso económico. Ariel, Barcelona, 1996. Página 88

2 comentarios:

Luis I. Gómez dijo...

Felicidades. Más que por los dos años, por los que te quedan delante, en la lontananza que anuncias.

Dick Turpin dijo...

Felicidades. Lo mejor siempre está por venir.

Saludos,
DT