21.9.10

Reflexión previa a (este) otoño

¿Dónde van las cosas que no hacemos?, Uno va mirando hacia atrás, y en derredor suyo, y va viendo la cantidad de cosas que va dejando de hacer a lo largo de su vida. Yo, a estas alturas, intuyo que nunca tocaré bien ningún instrumento musical, que no seré arquitecto, que quizá me muera con varios sueños por cumplir. Que, a veces, cinco minutos de valentía, cinco solo, íbamos por López de hoyos, en breve hará un año y me lo soltó, a bocajarro,y yo pensé: más vale un final sin horror que un horror sin final; cinco minutos de valentía, decía, son suficientes. Voy viendo que nunca sabré trabajar bien con mis mamos. Que seré un padre mayor, y esto a veces me atormenta. Veo las vidas que ya no viviré y, como en un relato de Borges, imagino a la gente que ya no conoceré nunca: esa hermosa mujer a la que hubiera conocido saliendo del estanco si tal vez hubiera fumado; ese alumno aventajado del que me hubiera hecho amigo cercano si me hubiera quedado en la facultad, ese amor evanescente si a aquella Elena le hubiera aceptado la cena, hace tantos años, en Palma. Esa joven sanabresa, que apenas salía de casa y que acaso hubiera sido el amor de vida si yo no hubiera estado tantos años yendo por mi tierra angustiado por convencerla (¿para qué?) de que aquel podía ser también su mundo..

Junto a nosotros, mientras avanzamos en la vida, hay cientos de opciones que se van quedando a un lado. A veces perdemos el tiempo en el camino y cuando cambiamos de senda nos damos cuenta. Hacemos el camino solos, es cierto, pero de las cosas que no hacemos o hacemos a lo largo del camino depende, en parte, cómo sea el resto de lo que nos queda por andar.


PS: "No basta con proclamar lo razonable para que el hombre y la mujer lo practiquen. El comportamiento humano está lleno de sombras y matices ajenos a la razón, intangibles para ella y que campan por sus respetos moviendo la voluntad y la sensibilidad. Hay como una división de poderes en el individuo y es preciso mantener un equilibrio entre inteligencia, sensibilidad y voluntad".

Racionero, Luis: El progreso decadente. Repaso al siglo XX. Espasa, Madrid, 2000. Página 88

3 comentarios:

Hornuez dijo...

Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde...

Anónimo dijo...

Hornuez ,cuando comprendes algo de la vida se ha pasado más de la mitad,y lo peor es que la mitad que queda es la peor.
Perdiu no se obstine en desperdiciar más tiempo
NC

Unknown dijo...

Estimado Perdíu:

Es cierto, hay muchas cosas que ya sabemos que no serán...pero también intuimos cosas que sí, así que no sea usted tan negativo, pensar que habría pasado sí...no tiene sentido, quiere un buen ejemplo...si usted se hubiera quedado en la universidad nunca nos habríamos conocido, quizá tampoco a Snows...si hubiese cenado en Palma...quizá nunca habría conocido a otra gente. Créame, que yo lo sé, porque de vez en cuando lo hago, es absurdo recrearse en el pasado, nuestra vida está hecha de las decisiones que tomamos y de las que a veces toman por nosotros y afortunadamente... no nos va tan mal...

Un abrazo muy fuerte